Thursday, March 05, 2009

La formación en medio de la crisis

Hemos atravesado en los últimos cuatro años un contexto internacional favorable para los productos agropecuarios. Sin embargo en esta campaña llega el ajuste: los costos son altos, y los precios bajos, y seguramente el desafío pasara por minimizar perdidas. En este contexto de ajuste, será donde brillara la diferencia entre quienes lograron mejorar la gestión de su empresa, además de ser productivamente eficientes, y quienes siguen sin preocuparse por lo que ocurre tranqueras afuera.


En los años de bonanza los márgenes abultados, y el alza constante de precios disimulaba cualquier ineficiencia a la hora de administrar la empresa agropecuaria. Es ese contexto parecía que cualquiera podía trabajar exitosamente en el campo. La diferencia entre los distintos perfiles de productores pasaba mas por cuanta rentabilidad obtenía cada uno, que por su supervivencia.

Sin embargo, las quejas constantes del alto precio de los alquileres en realidad revelaban que algunos productores tenían niveles de eficiencia que permitían pagar esos arrendamientos, y otros no.

La pregunta que debemos hacernos es como se generaron esos diferenciales de eficiencia, y como se pueden incrementar de cara al futuro. La respuesta pasa por la formación para la adopción de nuevas tecnologías y formas de trabajo, que pongan en constante tela de juicio los paradigmas de la actividad.

En la década de los 90 el cambio de paradigma paso por el planteo productivo, y la adopción de las tecnologías transgénicas. En la década del 2000 paso por la intensificación de la fertilización, las nuevas formas de trabajo que permitieron crecer en escala, y el recambio de bienes de capital (cosechadoras, tractores, implementos agrícolas, almacenaje, etc.).

Sin embargo, por detrás de todos estos cambios hay uno que subyace: la inversión en conocimiento, es decir la formación. La proliferación de reuniones técnicas, seminarios, conferencias, carreras de pregrado, grado y postgrado en agronegocios demuestran que esto ya se ha hecho carne en el sector agropecuario.

En definitiva el conocimiento es lo que hace la diferencia, y en esta campaña donde llego el ajuste, la cantidad de conocimiento que se haya incorporado, será un factor clave para la supervivencia de los emprendimientos.

Es por ello que en época de vacas flacas, con mas razón, se hace necesario redoblar la apuesta, formarse, y revisar todos los sectores de la empresa tratando de reducir costos e incrementar la producción en cantidad y calidad.

Dentro de este esquema, un espacio donde todavía sigue habiendo muchas ineficiencias, es la gestión de la empresa: lo que ocurre tranqueras afuera, y en la oficina de los productores. Es hora de revisar como se maneja la comercialización, como se administra el personal, como se planifica financiera e impositivamente, y lo que es mas importante, cual es la estrategia de la empresa en el largo plazo.

Por todo esto, la inversión en capacitación, en un contexto de ajuste, Será todavía mas definitoria de la salud del sector de los agronegocios.
Director Académico Centro
de Gestión Agropecuaria

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