Felipe Solá votará en contra del proyecto oficial y no hay noticias de la oficina 232 pero los productores volverán a las rutas

Felipe Solá ha tomado distancia del proyecto oficial que presentó el Frente para la Victoria-Partido Justicialista, comprendiendo que es una incitación al conflicto. En tanto, comienzan las convocatorias de los productores a asambleas improvisadas junto a las rutas. Interrogantes sobre Eduardo Buzzi, quien privilegió -según Alfredo De Angeli- una ventaja para la Federación Agraria en vez de mantener la unidad de la Mesa de Enlace.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El oficialismo quiere cerrar el capítulo agropecuario cuanto antes y por eso se esforzó hasta obtener el dictámen favorable por la mayoría, informó sobre su preferencia para tratar la iniciativa y mañana ha convocado a sesión desde las 10:00 para obtener la media sanción del proyecto de ley que ratifica la resolución ministerial 125 y sus complementarias y modificatorias.

Sin embargo, en el plenario de las comisiones de Agricultura y Ganadería, y de Presupuesto y Hacienda, no abundó un optimismo similar al que exhibe el presidente del Consejo Nacional del PJ, Néstor Kirchner.

Es verdad que legisladores como Carlos Kunkel pueden exhibir, con orgullo, haber 'reunido la tropa' pero cualquier diputado nacional más o menos perspicaz sabe que hay conflicto en puerta y votar con cortes en las rutas será difícil, aún cuando Néstor Kirchner cumpla su amenaza de instalarse en el Congreso para seguir la sesión.

Para comprender que la alegría de Kunkel era una excepción bastó con contemplar el gesto adusto de Alberto Cantero, el ex intendente de la cordobesa Río Cuarto, hoy presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, y los motivos de su seriedad fueron sencillos: el proyecto que presentó el oficialismo

> no incorpora los resultados de las negociaciones que lideró el propio Cantero,
> provoca fricciones innecesarias dentro del bloque Frente para la Victoria-Partido Justicialista, aún cuando José María Díaz Bancalari haya volcando su experiencia en 'la rosca' legislativa para intentar obtener 'la masa crítica' necesaria, y
> garantiza el conflicto con los productores agropecuarios.

Felipe Solá, ex secretario de Agricultura y Ganadería de la Nación y ex gobernador bonaerense, quien había presentado, y retirado, un proyecto alternativo, finalmente lo presentó y -sentado al lado de Cantero- ha criticado durante el plenario el proyecto del oficialismo, anticipando su voto en contra.

Mientras, la diputada nacional mendocina Patricia Fadel -la 'verticalista' que llegó a embestir contra Julio Cobos en defensa del irascible Néstor Kirchner-, buscaba, una vez más, convencer a sus colegas Eduardo Macaluse, Claudio Lozano y Miguel Bonasso acerca de las bondades del proyecto.

¿Cuál será la posición de la Federación Agraria Argentina acerca del texto? Al menos Macaluse y Lozano habían anticipado que su voto será consecuente con la opinión de la Federación Agraria.
El oficialismo les exhibe el proyecto de ley de arrendamiento (Macaluse es autor de la iniciativa), que obtuvo un dictámen apresurado en la Comisión de Legislación General hace algunas horas, precisamente buscando los 9 votos del ex bloque ARI, hoy SI.

Pero ahí surgió otro problema: el bloque SI (Solidaridad e Igualdad) no tendrá 'espíritu de cuerpo' y no avalará sin fisuras al oficialismo. Y eso es definitivo. Así como hay grietas en el FpV-PJ, las hay en el SI.
Varios legisladores oficialistas prometieron firmar el dictámen de la mayoría pero resulta que se ausentaron del recinto del plenario y el diputado Mariano West tuvo que salir a la caza de los prófugos, en un ambiente del oficialismo que es de vigilancia permanente para asegurar el número suficiente.
¿Lo tiene? Muchos afirman que el FpV-PJ no se arriesgaría a bajar al recinto si no tiene asegurado el quórum propio y el triunfo en la votación.
Sin embargo, hay dudas acerca del quórum propio. Es evidente que el bloque FpV-PJ sufrió deserciones y tendrá que reemplazarlas con radicales K y otros posibles aliados.
Su ventaja es que la oposición no se encuentra homogénea: tiene 3 porciones (la de Coalición Cívica-PRO-UCR-Socialistas; la de Felipe Solá y otros PJ; y la de parte del SI y un par de monobloques).

Pero los números son muy efímeros y exiguos. No hay posibilidad de despreocuparse. Y habrá que ver cómo presionan los productores agropecuarios. Hay quienes afirman que por la mañana ya habrá cortes de rutas y hasta se especula con un cacerolazo aunque el campo no se atreve todavía a una marcha masiva sobre la Ciudad de Buenos Aires por las implicancias institucionales que tendría.

En tanto, Alfredo De Angeli visitó el canal de noticias TN para ratificar su oposición al proyecto y afirmar: "Ese texto me hace desaparecer como productor y yo no quiero desaparecer. Habrá cacerolazo aunque yo no lo convoque. Ayer mismo los productores querían volver a las rutas y yo los llamé y les dije 'Muchachos, estamos en una instancia legislativa, no hagamos eso', pero ahora no podré frenarlos".

De Angeli explicó su disidencia con Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria, acerca del proyecto de Ley de Arrendamiento ("Yo le dije a Eduardo que no me parecía la mejor ocasión de hablar de eso porque nos puede provocar problemas dentro de la Comisión de Enlace con las otras entidades aliadas").

Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, a quien se le negó el ingreso al plenario de comisiones, ha afirmado que los diputados están tratando un proyecto inconstitucional.

Los periodistas le dijeron que el oficialismo estaba cumpliendo con todas las formalidades parlamentarias y, con razón, Llambías respondió: "Eso no impide que un texto sea inconstitucional, y éste lo es. A partir de que ratifica la resolución ministerial 125 incurre en una acumulación de inconstitucionalidades", advirtió.

Es obvio, a esta altura, que no será el Congreso ni el Ejecutivo, ante una hipotética reglamentación de la ley, la última instancia de este debate, sino la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que es donde se dirimirá todo el asunto de las regalías, esa madeja trama de impuestos de emergencia que los Kirchner pretenden perpetuar en el tiempo para el diseño de una política económica que está fracasando y que, además, abunda en un clientelismo casi bolivariano que rechaza gran parte de la sociedad argentina.