Confirmado:
La senadora Gallego,
de La Pampa,
votará contra el campo

La senadora pampeana Silvia Gallego de Soto se desmarcó del ex gobernador Rubén Marín, y respaldará al gobierno de Cristina de Kirchner. Ella dijo que el conflicto del campo se transformó “en un problema político” en el cual “un sector confronta con el Gobierno y cambia las exigencias permanentemente”.

La senadora justicialista Silvia Gallego votará el miércoles a favor del proyecto que ratifica las retenciones móviles dispuestas por el Gobierno nacional, informó hoy en Santa Rosa, capital pampeana, El Diario de La Pampa.
La legisladora pampeana confirmó que dará en el Congreso un voto clave para el kirchnerismo y confirmó que ella pidió custodia policial en su casa de la capital pampeana porque recibe permanentes amenazas telefónicas.

En realidad, Gallego ya votó el viernes en la comisión legislativa para sacar el dictamen del oficialismo. Su voto es considerado clave para que el Gobierno obtenga la mayoría suficiente para ratificar la media sanción del proyecto que envió la presidenta Cristina Fernández a la Cámara de Diputados. La senadora pampeana se despegó del ex gobernador Rubén Marín, quien, según se especula, votaría en disidencia con el oficialismo.

“Las modificaciones que se incluyeron en Diputados benefician ostensiblemente a los productores de La Pampa”, argumentó Gallego, en declaraciones radiales. Para la senadora, los productores pampeanos podrán acceder a fletes subsidiados y también a compensaciones a partir de la segmentación en toneladas que se incluyeron en las retenciones a la soja.

Consultada por la actitud que tomará Rubén Marín, el ex gobernador al cual acompañó durante la gestión provincial, Gallego respondió: “yo hablo por Silvia Gallego de Soto. En este tipo de situaciones tan críticas, cada senador debe asumir su postura, su voto”.
La legisladora dijo que se reunió con representantes de los productores pampeanos en los últimos días, pero advirtió que “estoy convencida de que esto dejó de ser un problema técnico y económico y se ha transformado en un problema político”.

“Hay un sector que confronta con el Gobierno y cambia permanentemente las exigencias. Primero el planteo era económico, que limitaba la renta de los productores, después fueron los productores chicos, después consiguieron un millón de firmas para que fuera al Congreso, sabiendo la relación de fuerzas que hay, se discutió, se modificó, y resulta que ahora se enojan y escrachan a los diputados que votan a favor”, se quejó.