CARBAP
El trigo, el pan y la crisis energética
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) aclara ante las versiones de suba de precios en el pan y la harina, que dichos aumentos no deben ser atribuibles al incremento en los precios del trigo, ya que dichos valores de abastecimiento interno siguen siendo controlados por el gobierno nacional.
La materia prima del pan y la harina, nuestro trigo, es adquirido por los molinos que lo procesan, a un precio estable de 370 pesos la tonelada desde el año pasado.
El real problema que influye en el precio del pan esta relacionado a la crisis energética y la falta de electricidad, lo que conlleva a una baja molienda de trigo y consecuente caída de oferta de harina.
En síntesis, a la ineficiencia de los controles del secretario Moreno ahora se le suman los problemas derivados de la crisis energética, que son los que están impactando e incidiendo fuertemente en el precio del pan y afectando a la comunidad toda.
Al mismo tiempo la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) manifiesta su total desacuerdo sobre el actual sistema vigente de compensaciones para el trigo.
Ante las declaraciones del Jefe de Gabinete de la SAGPyA, Carlos Milisevic, al diario “La Nueva Provincia” de Bahía Blanca, CARBAP señala la falsedad de sus aseveraciones ya que la entidad nunca avalo el sistema de compensaciones, y si dada la coyuntura señalo posibles caminos alternativos de resolución ante las distorsiones de precios, fue debido a la carencia de ideas y soluciones por parte del gobierno nacional.
CARBAP no se sienta a una mesa a discutir la problemática agropecuaria siendo funcional
a los objetivos del gobierno de turno, sino sólo en defensa de los intereses de los productores agropecuarios y del bien nacional. El camino elegido por ese funcionario no es el avalado por CARBAP.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) entiende que el fracaso de las compensaciones no se debe a una escasa difusión de los requisitos para acceder a los beneficios, sino a la inaplicabilidad de mecanismos de compensación en eslabones inadecuados de la cadena triguera. El perjuicio ocasionado por las distorsiones generadas en el mercado del trigo fue comunicado ya en enero por la entidad a cada uno de los legisladores provinciales de Buenos Aires y La Pampa, provincias que producen el 70 % del trigo del país, calculándose una pérdida de $ 900 millones pesos, la cual fue mensurada distrito por distrito de ambas provincias.
Una vez mas la imprevisibilidad, en este caso energética, condena y posterga el desarrollo de uno de los sectores mas dinámicos de la economía argentina, el sector agropecuario y afecta a la comunidad en su conjunto.
La materia prima del pan y la harina, nuestro trigo, es adquirido por los molinos que lo procesan, a un precio estable de 370 pesos la tonelada desde el año pasado.
El real problema que influye en el precio del pan esta relacionado a la crisis energética y la falta de electricidad, lo que conlleva a una baja molienda de trigo y consecuente caída de oferta de harina.
En síntesis, a la ineficiencia de los controles del secretario Moreno ahora se le suman los problemas derivados de la crisis energética, que son los que están impactando e incidiendo fuertemente en el precio del pan y afectando a la comunidad toda.
Al mismo tiempo la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) manifiesta su total desacuerdo sobre el actual sistema vigente de compensaciones para el trigo.
Ante las declaraciones del Jefe de Gabinete de la SAGPyA, Carlos Milisevic, al diario “La Nueva Provincia” de Bahía Blanca, CARBAP señala la falsedad de sus aseveraciones ya que la entidad nunca avalo el sistema de compensaciones, y si dada la coyuntura señalo posibles caminos alternativos de resolución ante las distorsiones de precios, fue debido a la carencia de ideas y soluciones por parte del gobierno nacional.
CARBAP no se sienta a una mesa a discutir la problemática agropecuaria siendo funcional
a los objetivos del gobierno de turno, sino sólo en defensa de los intereses de los productores agropecuarios y del bien nacional. El camino elegido por ese funcionario no es el avalado por CARBAP.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) entiende que el fracaso de las compensaciones no se debe a una escasa difusión de los requisitos para acceder a los beneficios, sino a la inaplicabilidad de mecanismos de compensación en eslabones inadecuados de la cadena triguera. El perjuicio ocasionado por las distorsiones generadas en el mercado del trigo fue comunicado ya en enero por la entidad a cada uno de los legisladores provinciales de Buenos Aires y La Pampa, provincias que producen el 70 % del trigo del país, calculándose una pérdida de $ 900 millones pesos, la cual fue mensurada distrito por distrito de ambas provincias.
Una vez mas la imprevisibilidad, en este caso energética, condena y posterga el desarrollo de uno de los sectores mas dinámicos de la economía argentina, el sector agropecuario y afecta a la comunidad en su conjunto.
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