La Iglesia le envió una carta al Gobierno kirchnerista, donde celebró la convocatoria al diálogo pero remarcó la obligaciones que debe cumplir el Gobierno. Reclamó un diálogo "constructivo y superador" y un avance, especialmente en políticas que permitan la inclusión social. ¿Por qué? La falta de políticas productivas y sociales generan cada vez más hogares pobres en el país.
LA PLATA (Diario Hoy).- La Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina celebró la convocatoria al diálogo -que comenzó ayer- y alentó "a todos los sectores de la sociedad a constituir este ámbito de encuentro con responsabilidad ciudadana y compromiso social". Pero remarcó la obligación del Gobierno de atender a la diversidad de opiniones.
No es la primera vez que la Iglesia intenta "guiar" la gestión oficial: hace tan sólo siete días, le pidió a Cristina Kirchner "honestidad y transparencia". 72 horas más tarde reclamó "justicia social". Ahora, en concordancia con el inicio de la rueda de diálogo impulsada por Nación, exigió implementar "políticas de inclusión social". El documento, firmado por el presidente de la institución religiosa, Eduardo Serantes, y monseñor Jorge Casaretto, en cual señala:
I. Aceptar el valor social del diálogo como forma concreta para construir la patria.
II. Intensificar y defender la democracia representativa y participativa como el único camino hacia el afianzamiento.
III. Incrementar los caminos de encuentro, colaboración y participación.
IV. Acentuar el respeto por la dignidad de la persona humana y la búsqueda del bien común.
V. Orientar los mayores esfuerzos de manera sistemática hacia la búsqueda de la inclusión social.
VI. Realizar el diálogo en un clima de honestidad, respeto, transparencia y confianza mutua.
VII. Buscar las coincidencias más que la acentuación de diferencias o la defensa de las prioridades sectoriales o corporativas.
VIII. Reconocer la diversidad de opiniones y de opciones, en el conocimiento y respeto por la visión del otro.
IX. Renunciar a cualquier tipo de violencia moral, intelectual o física para la solución de los conflictos sociales.
X. Encontrar consensos para políticas públicas en las áreas de educación, salud, justicia y seguridad ciudadana, política social, reforma política y del Estado, medio ambiente, organización económica e integración regional y mundial, trabajo decente, tierra, infraestructura y hábitat, libertad y responsabilidad ciudadana, particularmente, aquellas que permitan avanzar hacia un país que nos incluya a todos.
II. Intensificar y defender la democracia representativa y participativa como el único camino hacia el afianzamiento.
III. Incrementar los caminos de encuentro, colaboración y participación.
IV. Acentuar el respeto por la dignidad de la persona humana y la búsqueda del bien común.
V. Orientar los mayores esfuerzos de manera sistemática hacia la búsqueda de la inclusión social.
VI. Realizar el diálogo en un clima de honestidad, respeto, transparencia y confianza mutua.
VII. Buscar las coincidencias más que la acentuación de diferencias o la defensa de las prioridades sectoriales o corporativas.
VIII. Reconocer la diversidad de opiniones y de opciones, en el conocimiento y respeto por la visión del otro.
IX. Renunciar a cualquier tipo de violencia moral, intelectual o física para la solución de los conflictos sociales.
X. Encontrar consensos para políticas públicas en las áreas de educación, salud, justicia y seguridad ciudadana, política social, reforma política y del Estado, medio ambiente, organización económica e integración regional y mundial, trabajo decente, tierra, infraestructura y hábitat, libertad y responsabilidad ciudadana, particularmente, aquellas que permitan avanzar hacia un país que nos incluya a todos.
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