De Guillermo Moreno
al falso diálogo:
¡Cómo pierde el tiempo
la oposición!
POR CLAUDIO M. CHIARUTTINI

Que el empresariado kirchnerista busque un diálogo con el Gobierno para impedir que se derrumbe un sistema que le permitió ganar mucho dinero, vaya y pase. Pero que la oposición no entienda que los Kirchner sólo ganan tiempo para reaccionar pensando en 2011, es patético. En tanto, la macroeconomía es un desastre y le pondrá límites a muchas ficciones pero también postergará los anhelos de millones de argentinos, quienes podrían terminar responsabilizando a todos.

Por enésima vez desde el 25 de mayo del 2003, el futuro de la Argentina y del proyecto político personal que encabezan tercamente Néstor y Cristina Kirchner se decide en la 2da. sede del gobierno argentino ubicada en la ultraoficialista localidad de El Calafate (¿Se acuerdan? Es donde ganaron por el 60% de los votos).

Luego del teatral enroque de funcionarios observados en las últimas dos semanas, el periodismo oficialista nos promete más cambios de nombre, pero que no hacen más que consolidar el proyecto político kirchnerista y ratifican que lo hecho hasta ahora –y que causó la derrota electoral del 28 de junio- se volverá a repetir los próximos 30 meses.

Hace 2 semanas que el matrimonio Kirchner mantiene entretenido al periodismo y los analistas con el incierto futuro del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, un funcionario de 2da. línea, como de si su persona dependiera la fortaleza o debilidad del proyecto político oficialistas. En este tiempo, la Quinta de Olivos, ratificó sus pasos a seguir para sobrevivir y llegar al 2011.

Detrás de la sorpresiva declaración de Cristina de Kirchner proponiendo “iniciar una nueva etapa” de su gobierno y convocar “al más amplio diálogo entre todos los sectores de la vida nacional” a fin de “definir firmemente el rumbo económico, político y social” se nota la desesperada necesitad de ganar tiempo y armar un ámbito para canalizar presiones del peronismo y de la oposición en donde se diluyan los reclamos. Ya decía Juan Domingo Perón que la mejor forma de dilatar una decisión era crear una comisión que se encargara de analizar el tema.

La reacción de la Quinta de Olivos es una repetición exacta de lo ocurrido luego de la derrota en la lucha por la Resolución 125. En ese momento, se cambió el Jefe de Gabinete, el Secretario de Agricultura y se había cambiado hacía poco el ministro de Economía. Igual que ahora.

En ese momento, se llamó a la Mesa de Enlace y se lanzaron una docena de tema para negociar y el gobierno comenzó a dilatar los plazos, cedió en temas menores y mantuvo entretenido a los representantes del sector agropecuario, al tiempo que los funcionarios más duros salían por los medios y repetían –hasta el cansancio- que se habían equivocado el Congreso al votar en contra del proyecto oficialista para el sector.

Ahora, el gobierno hace exactamente lo mismo que en octubre y noviembre del año pasado: realiza una rotación dentro del gabinete (en realidad, salieron 4 funcionario y cambiaron de oficina 12 personas) y lanzaron una serie de temas que el gobierno está supuestamente dispuesto a negociar que, ¡¡oh casualidad!!, coincide con los reclamos que realiza la oposición (¡¡igual a lo ocurrido con el campo!!).