Hay 7 proyectos sobre
retenciones en
Diputados:
El Ejecutivo
entre la espada
y la pared

Legisladores del propio Frente para la Victoria han presentado proyectos para modificar el régimen de derechos de exportación de la producción agrícola (retenciones). El tema se le escapa de las manos a los Kirchner y en este contexto hay que interpretar el comunicado del director general de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, por el que se rectificó de declaraciones previas que negaban la posibilidad de debatir con el campo la cuestión de las alícuotas de retenciones

El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, aseguró que las retenciones son "el eje de la política de distribución de la riqueza", pero admitió que serán tema de debate con la dirigencia del campo en el marco del llamado al diálogo realizado por la presidenta Cristina de Kirchner.
Al respecto, el funcionario precisó que "el diálogo es con todos los sectores" y remarcó que "los dirigentes agropecuarios siempre tuvieron las puertas abiertas".

En cuanto a la posibilidad de reducir las retenciones a las exportaciones agropecuarias, el funcionario remarcó que "son el eje de la política de distribución de la riqueza", con lo que pareció cerrar cualquier proyecto de rebaja o eliminación de los derechos de exportación.
¿Cuál es el problema de la recaudación en concepto de retenciones?

En los primeros 5 meses de 2009 se recaudaron $ 92.419 millones y crecieron 8,9% en comparación con el mismo período del año pasado. Pero el gasto público, en los 5 primeros meses de 2009, alcanzó a $ 86.157 millones, 28,1% más que en la misma etapa de 2008. Por lo tanto, ante el nulo margen que tiene el Gobierno para aumentar la recaudación resultaría improbable que pretenden bajar las retenciones a la soja y achicar aún más la caja.

Asimismo, ante los bajos precios del maíz, en el campo ya aseguran que la siembra de soja que se cosecha en septiembre será la más grande de la historia y alcanzará al 70% de la superficie cultivable. Con la actual cotización apenas por encima de los US$ 400 la tonelada, el Gobierno difícilmente se muestre dispuesto a perder ese ingreso.

Sin embargo, Echegaray destacó que "todos los temas impositivos que conciernen al sector" serán discutidos en la mesa de diálogo.

El economista especializado en agro Eduardo Azcuy Ameghino, director del Centro de Estudios Agrarios de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), en diálogo con Crítica de la Argentina explicó que “bajar las retenciones al trigo es un acto puramente simbólico porque para la próxima campaña no habrá saldos exportables y la siembra de este cereal es muy pequeña en términos históricos”. Azcuy Ameghino resaltó que si el Gobierno baja estas alícuotas terminará “haciendo política sin perder plata”.

Gustavo Bazzan recordó en Clarín: "Desde que apareció aquella resolución en marzo de 2008, (y aún desde su derogación, en julio de ese año) el Gobierno no pudo desactivar su pelea con el campo. La especulación es que tras la derrota electoral, el kirchnerismo tiene menos margen para negar el debate por las retenciones. El problema es que el fisco hoy depende más que nunca de las retenciones para mantener el superávit.

En diciembre de 2008 se anunció una reducción de 5 puntos para las retenciones al trigo y el maíz, que pasaron de 28% y 25% a 23% y 20%, respectivamente.

El recorte no cambió el ánimo de los productores agropecuarios, que insisten en una baja más generalizada y que incluya a la soja. El hecho de que para la próxima campaña la soja apunte a ocupar el 70% de la superficie total agropecuaria podría ser una buena excusa para que el Gobierno incentive la producción de otros granos con una baja de las retenciones. (...)".

Complementario con el tema, un recorte del diario La Voz del Interior, de la ciudad de Córdoba: "Mientras la falta de lluvias mantiene paralizado el avance de la siembra de trigo en el país, los pronósticos sobre la futura cosecha no hacen más que recortar las expectativas. En su informe mensual de oferta y demanda mundial de granos, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) redujo ayer en 14 por ciento la estimación de producción para el cereal argentino. De los 11 millones de toneladas proyectados en junio, el nuevo cálculo del organismo estadounidense es de 9,5 millones de toneladas, una magnitud considerada “muy optimista” por los analistas locales.

“El Usda es muy bueno para proyectar en su país, pero no tiene la misma certeza con el resto de las producciones en el mundo. Por cómo está avanzando la campaña, la producción va a ser menor a 9,5 millones de toneladas”, sostuvo Diego de la Puente, analista de la consultora Nóvitas.
Con cifras calificadas “más realistas”, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima un área sembrada de 2,8 millones de hectáreas y una producción que rondaría entre los 6,5 y 6,7 millones de toneladas, muy lejos del rango de entre 13 y 15 millones de los últimos años. Sin embargo, ya en la campaña pasada el volumen cayó drásticamente a poco más de 8 millones.

Cuando aún restaría por sembrar casi la mitad de la superficie, según la bolsa porteña, el número de hectáreas finales en la presente campaña sería 1 millón menos que el año pasado (39%).

De cumplirse con los pronósticos privados, la producción nacional alcanzaría sólo para abastecer el consumo interno. “No habrá trigo para exportar a Brasil, que anualmente nos compraba seis millones de toneladas”, indicó De la Puente. El Usda, sin embargo, estima que con una cosecha de 9,5 millones de toneladas, la Argentina estaría en condiciones de exportar cuatro millones de toneladas. (...).

El escenario es gravísimo y el Ejecutivo ha perdido demasiado tiempo. Por eso, en el Congreso hay un proceso de revisión de todo lo que hace a los impuestos a la producción agropecuaria, aún dentro del Frente para la Victoria, que ha perdido la mayoría en la Comisión de Agricultura.