¿Se le animará
Kirchner la semana
que viene al campo,
tras los escraches

a Scioli?

En la Rosada se preguntan si es conveniente que Néstor Kirchner se le anime al campo, la semana próxima, en Cañuelas, una zona rural en la que lo esperarán protestas. Además, el itinerario incluye Mar del Plata y Olavarría, dos ciudades en las que las chances de ganar están todavía lejos para el oficialismo. Daniel Scioli no fue bien recibido en Loberia, Tandil y Balcarce.

Los asesores de Néstor Kirchner quieren evitar que los titulares de la semana próxima muestren al primer candidato a diputado bonaerense por el oficialismo corrido por los huevazos, como le ocurrió a Daniel Scioli anoche Lobería.

Es que la semana próxima, Kirchner hará una de sus máximas apuestas de campaña: irá el lunes a Cañuelas, una zona rural en la que lo esperarán las protestas. Además, también estará en Mar del Plata y Olavarría, dos ciudades en las que las chances de ganar están todavía lejos para el oficialismo.

¿Se le animará el ex presidente el campo? Porque Scioli tuvo problemas en varios lugares. No se trata de un hecho aíslado. En Lobería, aproximadamente a las 19, intentó "entregar algunas escrituras" en un predio del lugar llamado La Cascada, pero allí un grupo de productores rurales se le acercó para increparlo. Hubo algunos insultos e incluso huevazos. Los ruralistas denunciaron que fueron golpeados. En tanto, en tandil también vivió un duro episodio donde tuvo que cancelar el acto, según informa el Diario Hoy de La Plata.

Sucedió en el Campus que la Universidad Nacional del Centro posee en la localidad serrana. Los incidentes provocaron que el gobernador Daniel Scioli suspendiera un acto que iba a encabezar en el lugar y permaneciera en una posada, donde pasó gran parte de la jornada.
Portando banderas y remeras anti K, los dirigentes agropecuarios se agruparon desde bastante antes de las 17 (la hora en la que debía aparecer Scioli) para repudiar su presencia en el distrito, uno de los más castigados por la política nacional hacia el campo.

Pero, a medida que transcurrían los minutos, el clima se volvió cada vez más tenso. Mientras aguardaban al gobernador, los manifestantes incluso habrían mantenido entredichos con militantes justicialistas e integrantes del Movimiento Evita.

Poco antes de la hora del acto, allegados al mandatario se acercaron a dialogar con los ruralistas. La conversación fue subiendo de tono hasta que los funcionarios se percataron de que varios productores (que estaban ataviados con prendas gauchescas) portaban facones. Paralelamente hubo incidentes en el salón donde debía presentarse Scioli y en la cancha de fútbol en la que descendería su helicóptero.

Fue en esa instancia, y ante el rechazo que manifestaban los ruralistas hacia Scioli, que se consideró que el amplio operativo de seguridad que se había montado no era suficiente para asegurar la integridad física del gobernador.

Uno de los productores apostados en el Campus Universitario, Belisario Castillo, indicó que quisieron “demostrar el descontento de la política económica que está llevando Scioli respecto al campo, además de actuar como cómplice o socio del Gobierno nacional que está aplastando la producción agrícola y ganadera”.

“Está claro que muy poca gente lo votará, y los que lo hagan será porque reciben algo de plata antes de las elecciones”, concluyó. José Gorostiaga, otro productor, denunció que “se bajaron unos 50 monos (presuntamente enviados para dispersar a los ruralistas) de un colectivo y empezaron a agredirlos y provocarlos para generar un escándalo”. Y continuó: “En los discursos se habla de la nueva política, pero esto me hace acordar a la época de Herminio Iglesias”, afirmó.

Scioli permaneció en la hostería La Cascada. Allí sostuvo que “seguimos trabajando por Tandil a pesar de que algunos pocos, de forma violenta, quieran empañar la visita”, y adelantó que “nada va a detener la inquebrantable voluntad que tengo para seguir trabajando”.

En tanto, en Balcarce, el gobernador tampoco la pasó bien. Una comisión de productores rurales encabezada por el titular de la Sociedad Rural del lugar, Fermín Echevarría, logró acercarle al gobernador un petitorio con reclamos que iban desde políticas para el sector hasta la necesaria declaración de emergencia económica para el distrito. Con el mandatario, que se mostró incómodo en este cara a cara, el encuentro duró apenas dos minutos. Según publica La Nación, allí, el operativo de seguridad fue más efectivo: se montaron dos cordones con cerca de 50 policías.