Serios problemas: China no quiere aceite de soja, ni Alemania el biodiesel

China, gigante asiático que acapara el 45% del aceite de soja argentino, efectivizó sus amenazas y ya no compra aceite de soja a la Argentina; Alemania, por su parte, que importaba el biodiesel, enfrenta serios conflictos que incluyen los reclamos por el cese de la compra a nuestro país.

Conclusiones: en el complejo agroindustrial hay en estos momentos, sobrestock, cese de actividades y consecuentemente, podrían haber despidos. Y éste es apenas el principio del problema.

"De seguir cerradas las ventas a ese país de Oriente, la Provincia se vería afectada por unos US$75 millones menos de ingresos. El Gobierno estima que las negociaciones para volver a abrir el mercado, están bien encaminadas". Lo escribió así el diario 'La Opinión' el 15 de abril pasado, esto es, hace más de un mes esa.

El vicecanciller argentino, Victorio Taccetti, ante la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, decíaque el Gobierno nacional afirmó que las negociaciones con China para permitir las exportaciones de aceite de soja al país asiático están "bien encaminadas".

Para ese entonces, en efecto, 15 días antes, el 01/04, China había impuesto trabas para el ingreso a su mercado de este producto proveniente de Argentina, tras alegar razones sanitarias.

Esto es, la disposición china frenaba la importación de aceites de soja que contuvieran más de 100 partes por millón de residuos de hexano, un químico usado en la extracción de los aceites de semillas oleaginosas.

El 5 de abril el canciller argentino, Jorge Taiana, transmitió al embajador de China en Buenos Aires, Gang Zeng, su "gran preocupación" por la medida y le pidió que se suspenda la aplicación de la misma y que no se ponga en vigencia.

Desde la industria aceitera local alertaban que cualquier restricción comercial pondría en peligro un negocio que para Argentina representaría este año ingresos por US$1.600 millones.

En tanto, el 98% de la producción sale desde el puerto de Rosario, por lo tanto, de esos millones que se recaudan, el Estado provincial tendría una afección de casi 60 millones, mientras que del fondo sojero que reparte la Nación llegarían US$15 millones menos, para repartir en más de 300 comunas y municipios.
"En el puerto de Rosario la espera para poder destrabar las negociaciones ya se está haciendo larga", publicaba el mismo matutino.

Pero China siguió advirtiendo y la espera se hizo aún más larga.
Pasó un mes y casi una semana, y se confirmó la amenaza, que ya es un hecho: está interrumpida la venta de aceite de soja a China.

Lo confirmó el ex director de la Fundación ExportAr, Marcelo Elizondo, quién además dijo que eso tiene vinculación con los límites al ingreso de productos chinos a la Argentina.

"Los dos países están negociando volver a la normalidad", dijo.
"Los países dejan de ser atractivos y los países reacciones cuando hay este tipo de inestabilidades, y podemos llegar a tener sanciones si no corregimos esto" , advirtió.

Elizondo recordó que "la Argentina es un país exportador y no importador y por proteger un mercado de importación chiquito, de US$1.000 millones, ponemos en riesgo la exportación de más de 20.000 millones de alimentos elaborados, industria donde más competitivos somos". "La experiencia indica que cuando se toman este tipo de decisiones como la de China, que es una decisión retaliatorias de un país porque el otro a obstaculizado el comercio, hay un plazo de conversaciones", explicó el ex director de la Fundación ExportAr.

Claro que el plazo se está alargando, y no sólo está produciendo problemas de sobrestock en la provincia santafesina, sino también de cese de actividades por el mismo motivo.

Se suma a ello, otro problema también grave pues, preocupan también las exportaciones de biodiesel, que se elabora con aceite de soja. Es que el crecmiento de las exportaciones argentinas al Viejo Continente están preocupando a los productores europeos del combustible. El aumento de los envíos fue de un 200% entre en enero y abril de 2010, según publicó la revista 'Oil World' que se edita en Hamburgo, Alemania. Y, según su publicó hace dos días, el motivo de la preocupación es el ventajoso precio argentino.

Según esa misma publicación, del total entre 410.000 y 415.000 toneladas fueron enviadas a la Unión Europea y cerca de 15.000 toneladas se destinaron a Perú. De acuerdo con un análisis especializado, los productores europeos de biodiesel se encuentran crispados por el incremento de exportaciones argentinas a esa región. Consideran que el precio de ese biocombustible argentino es ventajoso a causa de la menor carga impositiva en la Argentina, y amenazaron con realizar protestas comerciales si siguen las altas ventas.

Y si bien el volumen de ventas de biodiesel argentino continúa superando los números de 2009, también es cierto que las ventas bajaron en abril a unas 100.000 toneladas. La mayor parte del biodiesel se destina a Europa, importadora neta de energía, que se comprometió a generar un 21% de su electricidad y un 5,75% de su combustible a partir de fuentes renovables.

Pero si se cierra el mercado alemán, así como el chino, los problemas para la Argentina podrían empeorar seriamente.