Los Kirchner buscan un acuerdo agrícola con la UE, pensando en 2011

Más de 10 años después de comenzar a negociar un acuerdo de libre comercio y tras más de 1 lustro sin novedades, la Unión Europea y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) han reanudado en Madrid las conversaciones para alcanzar un pacto que a la UE le abriría un mercado de casi 270 millones de personas y un PIB que, en conjunto, es el 5to. del mundo.

A la UE el acercamiento también le servirá para contrarrestar el creciente poder de China como socio comercial de Sudamérica.

La Unión Europea estima que el incremento de las exportaciones, a partir del futuro acuerdo de libre comercio con el Mercosur, significaría un beneficio de € 4.500 millones para las 2 regiones

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quiere cerrar el acuerdo antes de que abandone gobierno, el 01/01/2011. Europa desea alcanzar ese acuerdo antes de que le gane de mano USA.

"Será el acuerdo más importante para la UE", dijo el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Además, es un mensaje contra el proteccionismo en plena crisis", ha añadido. Las reuniones comenzarán en la 1ra. semana de julio, según adelantó el presidente europeo, Herman Van Rompuy.

"No se trata de negociar como clientes sino como socios", dij la presidente argentina -y de turno del Mercosur-, Cristina Fernández de Kirchner.

Para el bloque sudamericano, que cuenta con más del 20% de todo el ganado vacuno del mundo, el 35% de la producción de soja y que es el 2do. mayor exportador de maíz, el mercado europeo es la puerta de entrada de productos alimentarios de calidad y gran valor añadido.

Bah, es una enorme oportunidad para Brasil, Uruguay y Paraguay porque la Argentina tiene dificultades hoy día para exportar carnes y también algunos granos.

Pero los Kirchner piensan presentar ese acuerdo como su gran posibilidad para el campo y así recuperar el voto agropecuario.

China les compra básicamente materias primas a granel. Para Europa, Mercosur es la llave para introducirse en uno de los grandes mercados emergentes del mundo, como es Brasil.

"Siempre hemos sostenido que había que dar un impulso a la política exterior del Mercosur", dijo el ministro de Exteriores uruguayo, Luis Almagro.

"Creemos que con la ampliación de las relaciones del bloque con el mundo contribuirán a disminuir los propios desequilibrios que nosotros, como bloque, tenemos internamente", agregó.

No es un secreto que el Mercosur tiene problemas para funcionar.
Pero la UE confía en que la Argentina y Brasil dejen a un lado sus diferencias y negocien.

Bruselas lo hizo pese a la fuerte oposición de una decena de países, encabezados por Francia, que intentan proteger sus sectores agrícolas de la avalancha de productos que llegarán desde Sudamérica.

Para estos países europeos, por ejemplo, es una calamidad que Europa esté dispuesta a dar al Mercosur una cuota de importaciones de carne de 60.000 toneladas anuales (el bloque pide 300.000) y a eliminar casi todas las barreras a la entrada de cereales y lácteos.

Para aplacar a Francia y los demás países, se les prometió una compensación cuando se acabe la ronda de liberalización del comercio en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC)
A cambio, Europa ha obtenido por parte de Brasil
> el compromiso de que se negociará la apertura -muy lenta- de su sector del automóvil y de los componentes para coches,
> la opción de que empresas europeas puedan participar en pie de igualdad en las licitaciones públicas -las compras del Estado brasileño superan las de India-, y
> la protección de la propiedad intelectual y las denominaciones de origen. La Argentina, en tanto, busca una alternativa dado que le preocupado que el candidato que encabeza los sondeos para suceder a Lula, José Serra, haya dicho que a Brasil le irá mejor si puede negociar acuerdos comerciales al margen del Mercosur.