Parece ya imparable un paro agropecuario de comercialización (de granos y carnes)

Es creciente entre los productores autoconvocados el reclamo a los dirigentes de la Mesa de Enlace de regresar a las medidas de fuerza. Perseguidos por los funcionarios y abandonados por la mayoría de los políticos, los chacareros consideran que solamente se los respeta cuando demuestran su poder en la acción directa porque a los Kirchner no les interesa negociar la agenda que le importa al campo.

Tras confirmarse el veto al artículo 4º de la Ley de Emergencia Agropecuaria, que eliminaba o reducía las retenciones en 37 distritos de la provincia de Buenos Aires, el sector rural avanza con un paro que incluiría movilizaciones y un cese de actividades en los mercados agropecuarios.

Los representantes del campo analizarán en las próximas horas las medidas de fuerza a seguir, según señaló el titular de Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. "Hay reacción", dijo el dirigente de la Federación Agraria, y confirmó que está en estudio un plan de acción que incluye un paro de comercialización de granos y carnes, y "una masiva movilización hacia en Congreso de la Nación en el mes de diciembre".

Además, Buzzi criticó al Gobierno al decir: "Les tiramos muchos centros al área chica, les sugerimos una tregua, pero insisten con la confrontación". Agregó que el veto "tiene un interpretación" distinta para el sector agropecuario y que con la medida "el Gobierno está dispuesto a poner al campo de rodillas".

En tal sentido, Buzzi insistió con que el "Gobierno tiene una asombrosa capacidad de embarullar y confundir a la opinión pública" y que lo que anunciaron por televisión "fue un verso". Para finalizar, el dirigente agropecuario descartó por el momento que las protestas incluyan el corte de rutas: "El paro no significa cortar rutas; no es contra la sociedad".

En tanto, el titular de de Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías, dijo que los legisladores que votación la emergencia agropecuaria tuvieron "falta de integridad".

En declaraciones radiales, Llambías calificó la actitud de los diputados y senadores como de "burla hacia la ciudadanía". "Los legisladores tiene 4 ó 5 personas que los asesoran. No puede ser que pase esto, hay algo muy raro", puntualizó.

En tanto, la Federación Agraria decidió cerrar filas con la Sociedad Rural Argentina, Confederación Rurales Argentinas y la intercooperativa Coninagro, todas integrantes de la Mesa de Enlace.

Para ello la FAA consideró que “el proyecto de ley de arrendamientos que intenta impulsar el gobierno nacional no es el adecuado, ni se presenta en el momento indicado, pues la credibilidad de este gobierno es nula”.

Así lo indicó la entidad por medio de un comunicado. “No resulta de fiar que quien promovió y cobijó a los pooles de siembra, venga hoy a ponerles límites”, añadió FAA.
De todas maneras, la dirigencia de FAA aclaró que sigue estando a “favor de una nueva Ley de Arrendamientos Rurales que ponga límites a la concentración y el monocultivo, tal como lo viene haciendo incansablemente en sus 97 años de coherencia histórica”.

La posición institucional de Federación Agraria en este tema es clave, porque la iniciativa original para regular el mercado de arrendamientos agropecuarios surgió hace años en el ámbito de dicha entidad. Por entonces los caminos de las cuatro principales entidades del agro corrían cada uno por su lado.

Pero a partir de 2008, cuando se disparó el conflicto con el gobierno nacional, FAA, CRA, Coninagro y SRA decidieron unirse para crear la Comisión de Enlace Agropecuaria. Desde entonces el kirchnerismo viene instrumentando diversas metodologías para intentar dividir a un sector considerado como uno de sus principales “adversarios”.