Thursday, August 20, 2009

Girasol: arrancó
la siembra, sin
cambios fiscales


Comenzó la siembra en el NEA, aunque retrasada. No hay modificaciones en el tratamiento fiscal: la eliminación de retenciones significaría, para el productor, 128 dólares más de margen por hectárea.
Los precios internacionales son buenos, aunque los mercados continúan volátiles. Nuestro aceite sufre descuentos en Rótterdam con respecto a dos de sus principales competidores, soja y colza.
Informe del Lic. Jorge Ingaramo, economista asesor de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).

Con cierto retraso, en la comparación interanual, y gracias a precipitaciones registradas los días 8 y 9 de agosto, avanza la implantación de girasol en el NEA. El informe de la Bolsa de Cereales de la semana pasada registraba un avance del 3% para las 2,22 millones de hectáreas de intención de siembra nacional.

No se han registrado modificaciones en la política pública aplicable al sector, principalmente los abultados Derechos de Exportación, del 32 y 30% para girasol y derivados, respectivamente. Para una producción esperada de 3,7 millones de toneladas y, considerando que prácticamente no se exporta girasol semilla sino todo industrializado, se podría establecer que el complejo generará, en 2010, ventas externas por 940 y 120 millones de dólares en aceite y harinas proteicas; es decir, un total de 1060 millones de dólares y una recaudación de Retenciones a las exportaciones por 318 millones. Cada punto de Retención representa para el fisco 10,6 millones de dólares.

Tomando en cuenta los cuatro complejos más importantes (trigo, maíz, soja y girasol, incluyendo sus derivados), la recaudación proveniente del nuestro equivale a apenas el 4% del total. Si se consideran los ingresos públicos a nivel nacional, el aporte baja al 0,38% de la recaudación total.
De allí que una reducción sustantiva no tendría ningún impacto fiscal, sobre todo si se tiene en cuenta que podría aumentar la intención de siembra en las provincias del Centro-Sur del país y, de este modo, ampliarse la recaudación de otros tributos y tasas, tanto a nivel del Gobierno Nacional como de los provinciales y municipales.

Se sabe que el girasol es importante como cultivo en, al menos, ocho provincias argentinas y en algunas de ellas, se sitúan productores muy alejados de los puertos, que ya de por sí tienen suficiente castigo por el diferencial en los costos de flete.
San Luis, el Oeste de La Pampa, Chaco, el Norte de Santa Fe y el Este de Santiago del Estero se encuentran en esta situación, por lo que un rápido avance en materia tributaria tendría un gran impacto, cambiando los márgenes brutos por hectárea.
Si se eliminase el Derecho para aceites y subproductos y se mantuviese un diferencial arancelario de 3 puntos, como protección del valor agregado local (el girasol se industrializa prácticamente en un 100%), la transferencia al productor equivaldría, estimativamente, a 129 dólares por hectárea, lo cual induciría no sólo a una mayor cobertura, sino también a la aplicación de un paquete tecnológico mejor ajustado, que a veces no se encuentra al alcance del pequeño y mediano productor (como ya se sabe, quedó desfinanciado por la combinación de Retenciones y sequía, que caracterizaran a la campaña 2008-09).

Si se considera que las perspectivas de precios internacionales para el año próximo no son malas, la Argentina podría ir recuperando mercados en los cuales nuestro país “no ha hecho buena letra” durante 2008 cuando, en medio del conflicto entre el gobierno y el campo, se demoraron embarques y se retuvo en puerto mercadería que debió ser fletada al exterior, con el consiguiente costo económico (todo país sufre descuentos cuando incumple contratos comerciales).
Precios y mercados
Se discute acerca de la recesión y los primeros síntomas de recuperación del nivel de actividad económica mundial. Hay volatilidad en los mercados, por esta razón. Hay cierta coincidencia en que la recuperación será lenta, pese al estímulo proveniente de Asia, y que se evidenciará con cierto énfasis en el último trimestre de 2009.

Las commodities bailan al compás de las regulaciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos a la actividad de bancos y fondos de inversión. También lo hacen siguiendo las paridades monetarias, que se muestran oscilantes e impiden subas sistemáticas de algunos precios clave, como las que se habían observado entre marzo y mediados de junio.
Por ejemplo, el barril de petróleo WTI no logra superar los 70 dólares. En los mercados de valores, el indicador Standardf & Poor tampoco logra consolidar un piso de 1.000 puntos, que ya fuera superado semanas atrás.

En este marco, el aceite de girasol en Rótterdam cerró U$S/tn 820 para agosto y septiembre y U$S/tn 30 más en los contratos registrados para enero-marzo de 2010. Nuestro aceite sufre descuentos significativos respecto de sus competidores: 4,5% considerando el aceite de soja y 3,4% en relación al de canola. Persisten descuentos (menores) para los registros de 2010.

La SAGPyA estableció un valor FOB de U$S/tn 775 y 792, para los aceites de girasol y soja, respectivamente. La cotización disponible en el Mercado a Término, para el girasol, es de U$S/tn 200, registrándose mejoras en los escasos contratos de futuro (a marzo de 2010) de U$S/tn 220 a 227. Finalmente, los valores pagados por la industria son de $/tn 750 para Bahía Blanca y $/tn 755 en Necochea y los Puertos del Paraná

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