LLEGAN LAS LLUVIAS DE
LA MANO DE "EL NIÑO"
Luego de dos temporadas en las que el predominio del efecto de La Niña en el Pacífico ecuatorial impactó sobre el régimen de lluvias en la zona central del país, la perspectiva climática se ha modificado rápidamente en los últimos meses. Desde el inicio de 2009 La Niña declinó rápidamente, dando paso en el inicio del otoño a un período de neutralidad donde los valores de la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial y las aguas en profundidad se ubicaron dentro de los promedios históricos.
Con ello, aunque el déficit de lluvias se ha mantenido en gran parte de la zona centra, han reaparecido eventos que en algunos puntos (especialmente Entre Ríos y sectores de Santa Fe) han dado lugar a lluvias normales o algo superiores a los promedios. Dicho de otra manera: si bien la sequía se ha mantenido, han comenzado a evidenciarse en algunas zonas comportamientos que han mejorado la situación. Hasta ahora no se ha visto ello reflejado en el perfil de lluvias de gran parte del oeste y sur de Buenos Aires y La Pampa.
Pero en los últimos dos meses se ha confirmado la contrafase de La Niña , ya que todos los diagnósticos apuntan al desarrollo ya instalado de un nuevo evento de El Niño. La mayoría de los modelos, tanto dinámicos como estadísticos apuntan a que el fenómenos al menos podría abarcar todo el verano y el inicio del otoño 2010. La información de los centros especializados en el análisis de El Niño, emitida en la última semana, apunta al hecho de que se podría tratar de un evento de El Niño de moderado a fuerte.
De confirmarse esta tendencia, la perspectiva de lluvias para los próximos meses iría cambiando radicalmente. Algunas tendencias indican que a medida que se avance hacia la primavera y el verano comenzaría a aparecer superávit en los acumulados de lluvias, no descartándose eventos puntuales con importantes cantidades de lluvias asociados a la transición del final del invierno a la primavera.
Conclusión: estamos ante una perspectiva en las lluvias para los próximos meses totalmente diferente a lo que venía ocurriendo en los dos años anteriores. El punto a tener en cuenta es que de confirmarse que El Niño llegó para transformarse en moderado o fuerte, tengamos algunos fenómenos que hacia la primavera aporten cantidades relevantes de lluvias con lo que ello podría generar.
Enzo Campetella
Con ello, aunque el déficit de lluvias se ha mantenido en gran parte de la zona centra, han reaparecido eventos que en algunos puntos (especialmente Entre Ríos y sectores de Santa Fe) han dado lugar a lluvias normales o algo superiores a los promedios. Dicho de otra manera: si bien la sequía se ha mantenido, han comenzado a evidenciarse en algunas zonas comportamientos que han mejorado la situación. Hasta ahora no se ha visto ello reflejado en el perfil de lluvias de gran parte del oeste y sur de Buenos Aires y La Pampa.
Pero en los últimos dos meses se ha confirmado la contrafase de La Niña , ya que todos los diagnósticos apuntan al desarrollo ya instalado de un nuevo evento de El Niño. La mayoría de los modelos, tanto dinámicos como estadísticos apuntan a que el fenómenos al menos podría abarcar todo el verano y el inicio del otoño 2010. La información de los centros especializados en el análisis de El Niño, emitida en la última semana, apunta al hecho de que se podría tratar de un evento de El Niño de moderado a fuerte.
De confirmarse esta tendencia, la perspectiva de lluvias para los próximos meses iría cambiando radicalmente. Algunas tendencias indican que a medida que se avance hacia la primavera y el verano comenzaría a aparecer superávit en los acumulados de lluvias, no descartándose eventos puntuales con importantes cantidades de lluvias asociados a la transición del final del invierno a la primavera.
Conclusión: estamos ante una perspectiva en las lluvias para los próximos meses totalmente diferente a lo que venía ocurriendo en los dos años anteriores. El punto a tener en cuenta es que de confirmarse que El Niño llegó para transformarse en moderado o fuerte, tengamos algunos fenómenos que hacia la primavera aporten cantidades relevantes de lluvias con lo que ello podría generar.
Enzo Campetella
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