EL MAIZ

Patrimonio Andino

En la búsqueda de integrar a todos los actores que intervienen en la vasta cadena del maíz y trascender las fronteras institucionales, Martín Fraguío, director ejecutivo de la Asociación Maíz y Sorgo Argentinos, recorrió la zona de Yavi Chico al norte de Jujuy, donde se encuentra la escuela Nº 2 Rosario Wayar, justo al límite de la frontera con Bolivia, que en agosto cumplió su 90 aniversario.

Esta escuela, fundada en 1917, lleva adelante un proyecto muy particular para mejorar el nivel de comunicación de los alumnos y la calidad educativa: utiliza la planta de maíz como eje de las actividades escolares y culturales. El proyecto institucional “El maíz, ese grano de oro americano” busca preservar y revalorizar la tradición puneña vinculada al cultivo.

María Cristina Yurquina, directora y maestra de grado de la escuela, comentó que “este proyecto surgió hace 5 años, por la necesidad de generar una alternativa para autoabastecernos y como una manera de adaptar la enseñanza a lo que conocen los chicos”.
Así fue que, desde matemáticas hasta historia, todos los contenidos de las diferentes asignaturas tienen que ver con el maíz, sus orígenes y usos. “La escuela se encuentra en un valle a 3.200 metros de altura sobre el nivel del mar donde cultivamos más de 22 variedades de maíz, con el objetivo de preservar las costumbres ancestrales de este cultivo emblemático en la región”, detalló la directora.
MAIZAR valora este proyecto bicultural porque pone en escena al maíz, evocando los conocimientos de pueblos originarios, como el arado con bueyes y la siembra manual, y porque se propone generar desde la tradición nuevos conocimientos y prácticas que refuercen la identidad local. “Estamos convencidos de que el compromiso con las iniciativas que rescatan la tradición y los valores de la cultura maicera argentina es clave para fortalecer el trabajo entre las instituciones que integran la enorme cadena del cultivo”, afirmó Fraguío.

Pequeños agricultores

En esta región del altiplano los chicos saben todo sobre el maíz, y lo cierto es que después de clases vuelven a trabajar en los predios familiares. “Los maestros nos vimos aprendiendo de los niños y decidimos relacionar esos saberes con los contenidos de las materias, investigando la historia y orígenes del cultivo, características de las zonas maiceras, leyendas y poesías”, señaló Yurquina.

El maíz se utiliza como insumo del comedor escolar, pero también se realizan artesanías con los choclos, chalas, y ferias de platos en base a un recetario que confeccionaron los alumnos. Los productos se ofrecen a los turistas argentinos y visitantes que llegan desde países como España y México.

Con esta iniciativa, la escuela Rosario Wayar recopiló mucha información que comparte en las expoferias que sintetizan el trabajo anual en torno al proyecto. El 11 de noviembre será la quinta edición de la muestra en la que participan los alumnos, maestros y padres. En este sentido, Yurquina afirmó: “creo que es muy importante que nuestro proyecto se conozca y que las instituciones apoyen las iniciativas que revalorizan todo lo que encierra la cultura del maíz, por eso apreciamos mucho la visita de MAIZAR y su aporte de material para nuestra biblioteca”