Friday, May 18, 2012

Un acuerdo por YPF no redundaría en beneficios para el agro español. El desacuerdo, si.

El campo español no quiere que las represalias amenazadas por el gobierno español de Mariano Rajoy tras la nacionalización y expropiación de YPF de las manos de Repsol caigan en saco roto. Evidentemente no lo hacen con la multinacional petrolera en mente, sino para cuidar su propio negocio.

En ese sentido, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores, Lorenzo Ramos, se ha mostrado este viernes (18/05) en desacuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien ha abierto las puertas a un acuerdo de liberalización comercial entre la UE y los países del Mercosur, poniendo como condición un "precio justo" para compensar la expropiación de Repsol, pubica The Associated Press.

"Una vez más, nos encontramos ante un acuerdo comercial que se hace a expensas de los agricultores y que, en este caso, lleva implícito el pago de una compensación económica a una multinacional petrolera", ha declarado Ramos.

Según las estimaciones de los agricultores y ganaderos de la Unión Europea, el coste del acuerdo entre la UE y Mercosur podría ascender a más de 17.000 millones de euros, que se traducirían en pérdidas directas para sectores como el vacuno de carne, el avícola, el maíz y la remolacha.

UPA ha recordado que los sistemas productivos de la UE y de los países englobados en el Mercosur "no tienen ningún punto de comparación" ya el coste de la mano de obra y de la tierra es mucho menor y las exigencias en materia de sanidad y seguridad alimentaria y bienestar animal son mucho más laxas.

Además, según la organización agraria, las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción de carne de vacuno en Brasil son el doble de las producidas en Europa, y hasta 4 veces más si se tiene en cuenta el efecto de la deforestación. Por el contrario, la producción de carne de vacuno en la UE ayuda al mantenimiento de pastos de alto valor natural.

El pasado 16/05, García-Margallo, reiteró en Brasil que su país y la Unión Europea (UE) desean un acuerdo comercial con el Mercosur, pero también que Argentina "cumpla las reglas" y pague un "precio justo" por la expropiación de YPF al grupo Repsol.

"Deseamos que el acuerdo con el Mercosur sea de región a región y que pueda ser aprobado por todos los parlamentos" europeos, pero para eso "todos los países que formen parte de una asociación" de esa naturaleza deben "ajustarse a las reglas" internacionales, dijo el ministro español junto al canciller brasileño, Antonio Patriota.

Según García-Margallo, ajustarse a las reglas supone cumplir las normas y determinaciones de la OMC y del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial (Ciadi), que son los escenarios adecuados para resolver esas disputas.

El grupo español Repsol inició precisamente este martes (15/05) el trámite para llevar a un arbitraje internacional la nacionalización de YPF con el envío de una carta a la presidente Cristina Fernández, en la que declara la existencia de una controversia en la expropiación, primer paso del proceso, abriendo un plazo de 6 meses para que las partes intenten llegar a un acuerdo negociado antes de que Repsol presente definitivamente una demanda arbitral ante el Ciadi.

García-Margallo subrayó que las relaciones de España y Argentina "han sido tradicionalmente muy estrechas" y expresó su deseo de que así continúen, así como reiteró que el Gobierno español desea que este conflicto se resuelva mediante el diálogo y la negociación.

El campo español, salvo por las controvertidas importaciones de biodisel argentino que los benefician, preferirían que las relaciones no se normalicen. Prefieren que se apliquen los mismos mecanismos que critícan desde aquí: el boicott.

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