Wednesday, April 16, 2008

Gastón Fernández Palma es el
nuevo presidente de la
Institución por 2 años.

La Asamblea General Ordinaria renovó sus autoridades directivas. Finalizó la gestión del Ing. Jorge Romagnoli.


Una nueva cultura agrícola,
con prácticas sostenibles



Jorge Romagnoli, culminó su mandato de 2 períodos consecutivos como presidente de Aapresid, destacando que sus objetivos estuvieron centrados en materializar el sentir de ideas innovadoras en el campo de la agricultura. “Nacimos y crecimos entre los rastrojos. Así se puso en marcha una organización horizontal, interconectada y flexible que, desde sus orígenes, ha entendido que lo único que es posible transformar es el futuro y que apuesta a estimular a las comunidades locales para que mejoren sus condiciones de vida, a través de sus propias acciones”, expresó en su discurso.

Con claridad y en pocas palabras, Romagnoli habló de una etapa trascendente para la Argentina. “Tenemos en marcha un proceso indescriptible de transformación social, contenido a lo largo de la historia evolutiva del hombre y sintetizada en tres palabras de una misma raíz etimológica: culto, cultivo y cultura.
Se trata de hacer una institución que demuestre la capacidad y el valor que puede tener a través de sus asociados y de sus acciones para liderar un proceso de transformación tecnológica y el desarrollo de políticas socioeconómicas, ambientales, productivas y culturales para el país. Un ejemplo micro para el despliegue de la agricultura sostenible a nivel macro”, comentó a manera de memoria y balance, antes las autoridades presentes.

De igual forma, remarcó que -desde el punto de vista institucional- este proceso es posible gracias al sentir, pensar y hacer de personas, en su mayoría involucradas en lo cotidiano del quehacer agropecuario y algunos más imbuidos del mismo espíritu que, -mas allá de los rastrojos- aportan lo diverso para que las realizaciones tengan la necesaria validez cultural.
Sobre el final, resalto el rol de la organización (Aapresid), como escenario desde donde se promueve una nueva cultura agrícola basada en la gestión racional e inteligente de los recursos naturales, a través del acceso al conocimiento y la innovación tecnológica. “El hombre sabio produce su propia fortuna”, dijo agregando que el nuevo espacio agropecuario apunta a los procesos que atraviesan el entramado social, desde el medioambiente y la calidad de vida hasta el empleo, el progreso de las comunidades locales y la creación de lazos sociales.

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