Datos que explican porqué el

campo no vota a Kirchner ni

a sus candidatos

La continuidad y sostenimiento de medidas que atentan contra la producción del sector agropecuario, sumado a los efectos devastadores de la sequía, están haciendo estragos en el sector. En el caso de la ganadería, hay coincidencias de la Federación Agraria Argentina y de la Sociedad Rural Argentina, acerca de la drástica disminución del rodeo vacuno, cuyas consecuencias principales se centralizarán en los consumidores, y en los pequeños y medianos productores.

El Frente para la Victoria es nefasto para la producción argentina en general, pero para la agropecuaria en particular. Los hechos han demostrado que, acabado el 'viento de cola', los Kirchner desnudaron sus desconocimientos, impotencias y fracasos.

En 2010, la Argentina volverá a tener el mismo stock ganadero que en la década del '60, cuando Arturo Frondizi hablaba de los 25 millones de argentinos pero hoy día se ha superado los 40 millones.

Por lo tanto, el consumo interno será muy afectado, y es muy probable que los principales cortes de carne alcancen precios totalmente alejados del presupuesto familiar.

Los productores de carne se verán en serias complicaciones, pues en 2008-2009 se exportaron 429.000 toneladas, mientras que se anticipa que en 2009-2010 no se venderá nada al exterior.

Los Kirchner conseguirán que el abastecimiento doméstico de trigo, leche y carne se encuentre seriamente comprometido. Y el precio de la soja sube en el mundo porque, entre otros conceptos, se espera una fuerte reducción de la producción argentina. ¿Cómo el campo votará por el Frente para la Victoria?

Acerca de la crisis de la lechería, la situación ya es caótica, con una permanente liquidación de tambos, en una situación insostenible. En este contexto, el candidato a diputado nacional por Unión PRO, Felipe Solá, reclamó que se conforme un "fondo nacional" para producir "cuatro millones de hectáreas de praderas" y revertir la situación de la ganadería argentina que calificó como un "verdadero desastre".

"La liquidación de vacas no generó una baja de precios para los consumidores, pero cayó en la preñez", dijo en el Congreso de Confederación Rural Argentina, que se celebra en la ciudad santafesina de Venado Tuerto.

El ex secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación dijo que la "única salida es tratar de lograr pastos" porque en 2010 se van a producir sólo 50 kilos de carne por habitante.

En tanto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, advirtió que la producción vacuna no alcanzará para cubrir la demanda del año que viene, y sostuvo que "para el 2011 y 2012 lo podemos revertir, pero con políticas y estímulos adecuados", y señaló asimismo que habrá problemas con el trigo y la soja, por "una escasez que responde a la cosecha pésima que vamos a tener en la Argentina". Dijo que, a partir de las políticas oficiales, "éramos el granero del mundo y han logrado que no lo seamos más, absolutamente".

"Lo de la carne es un hecho, no una proyección que resulte de un estudio o de cosas teóricas: lo que vamos a comer dentro de un año y medio es lo que ya nació, que en este momento está en el campo, no hay más que contarlos", afirmó Biolcati. "Si se cuenta oficialmente, los datos existen, lo que tenemos cuando engorden y estén en condiciones de vender, no alcanza para comer lo que estamos comiendo de carne, 70 kilos por habitante por año", precisó.

Según el dirigente ruralista, "lo que se ha producido este año da para comer nada más que 50. O bajamos el consumo de 70 a 50 kilos por habitante, o traemos carne de otro lado, cosa que no va a ser ni fácil ni barato. Esto ya es un hecho". Respecto del trigo, indicó que "no hay condiciones de comercialización que permitan estimular a la gente a sembrar. Además las condiciones climáticas colaboran para que haya dificultad: mucha sequía en muchas partes como para pensar en sembrar trigo en este momento".

"La soja sube de precio por dos factores: porque está volviendo a ser una inversión interesante en el mundo, y porque no hay, una escasez que responde a la cosecha pésima que vamos a tener en la Argentina. La superficie sembrada aumentó, pero rendirá 30 por ciento menos", adelantó.