El mercado cabecea con lluvias

en Sudamérica y China fuera

de los mercados

En esta última semana el mercado de granos tuvo una baja, fruto de que los tres puntos de apoyo que tuvo la suba que se dio a fines de año pasado y principios de este comenzaran a menguar: China estuvo fuera de mercado por las festividades del año nuevo lunar, comenzó a llover en Argentina y en el resto de Sudamérica, y el dólar se revaluó.

Analizando por partes al mercado tenemos en primera instancia el tema de China y sus compras de soja. Cuando comenzó la fuerte baja en los precios de los granos, por el efecto de la crisis financiera, se especulaba con que China reduciría sus compras debido al menor poder adquisitivo. De la vereda de enfrente, estaban quienes señalaban que las importaciones de soja Chinas no llegan al 3% del total de las importaciones de ese país, y que tratándose de alimento, este sería el último rubro en el cual los consumidores harían ajustes.

Pasado un tiempo desde que se inició la crisis podemos decir que ambos tenían razón. Si bien China continuó con sus compras, se puso agresiva una vez que los precios bajaron sustancialmente. Esto quiere decir que hay menos presupuesto, aún para la compra de alimentos, pero por el otro que las compras van a estar presentes, sólo que ha precios más bajos.
En ese contexto los precios a los que hemos llegado han desperado el interés comprador Chino, por lo que podemos considerar que en esos niveles (tomando como base Chicago 20% por debajo de los actuales) aparecerán los Chinos dando soporte al mercado.

El segundo factor, las perspectivas de producción en Sudamérica, son también muy gravitantes. Si bien EEUU ha tenido una muy buena cosecha de soja, lo cierto es que sus stocks son bajos, y dado que China continuó comprando activamente, van mermando con velocidad. En ese marco es fundamental que aparezca la oferta de soja sudamericana, para relevar a los proveedores norteamericanos que ya están “rascando el fondo del frasco”.

Tanto en Brasil como en Argentina la campaña se inició con algunos problemas ya que la seca impedía sembrar. En Brasil las lluvias llegaron y la intención de siembra se cumplió. Pero en Argentina, las lluvias no llegaron y sabemos que se implantó menos que la intención inicial de siembra. Luego para ambos países comenzaron a llegar lluvias y los ánimos se calmaron. Sin embargo la seca volvió y permaneció por mucho tiempo en los cultivos.

En el caso de Brasil tenemos que distinguir el norte, donde las cosas estuvieron mejor, del sur, donde faltó mucha más agua. Sin embargo luego comenzó a llover, por lo que no resulta claro cuanta soja podría obtener Brasil. Los primeros rindes de Mato Grosso son promisorios, pero muy preliminares.

En cuanto a nuestro país, la situación es más compleja, ya que la sequía alcanzó a afectar algunas sementeras tan gravemente que en algunos casos se han perdido. Incluso en algunos casos se han hecho rollos con soja tratando de aprovechar las plantas como forraje. En otros casos no es claro el grado de afectación, y se espera que tengan alguna recuperación con las lluvias que comienzan a recibirse, pero todo dependerá de que las mismas continúen.

En este escenario es muy difícil hacer previsiones, ya que tendremos mucha variabilidad, y esto complica mucho el cálculo a nivel nacional. Por otro lado el mismo dependerá también de cómo continúe el clima. Lo cierto es que los 48 mill.tt. estimado por el USDA parecen lejanos. En el rango de analistas, se está hablando de una producción de entre 40 y 45 mill.tt.

Dante Romano

Director Academico Centro de Gestion Agropecuaria