TRAS UNA DECADA. Peligra

la continuidad de la Feria

y Seminarios de Producciones

Alternativas por la falta de

apoyo a sus iniciativas

Fespal podría realizar su última edición en el año del Bicentenario

El desinterés de la Administración Central y el Gobierno de Santa Fe por las producciones no tradicionales, ponen en problemas la continuidad de Fespal. Los aportes son escasos y no hay incentivos para los emprendedores que participan de la tradicional muestra. Casi desaparecieron las líneas de financiación, subsidios y herramientas para la consolidación de nuevas empresas. Osvaldo Salomón (presidente de la Asociación Civil que impulsa la feria), manifestó su preocupación por el abandono a todos los proyectos.
Más de 500 emprendedores de la región (Sur de Santa Fe), pueden quedar a la deriva.

A pesar de los esfuerzos por realzar la 10° edición de Fespal en el año del Bicentenario de la República Argentina, todavía no se concretó una respuesta clara de la participación del ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe, en la exposición.

A menos de 2 meses de su realización (está prevista para los días 7,8 y 9 de Mayo), ningún organismo oficial manifestó su forma de participación, nadie expresó el rol del encuentro en un marco tan importante para la Argentina (200 años), y la mayoría de los que usaron la muestra como escenario político en varias ocasiones no dan señales de acompañamiento hacia los emprendedores o productores no tradicionales.

Por el momento, los organizadores tienen previstas varias reuniones con expositores y empresarios que apuntalaron su crecimiento durante estos 10 años para analizar la continuidad y el futuro de este tipo de producciones. Cabe destacar que la Feria y Seminarios de Producciones Alternativas (Fespal), es una muestra gratuita y abierta al público. Los expositores no pagan sus stands, sino que hacen un pequeño aporte que tiene como utilidad mantener los servicios del predio donde se lleva a cabo. Durante los últimos años, los emprendimientos que se consolidaron como empresas hicieron pequeños aportes solidarios que no son suficientes para el grado de crecimiento en infraestructura que tuvo Fespal.


OJOS QUE NO VEN. Hace 3 años, la muestra se transformó en la “Primera y Mayor Expo de Argentina dedicada a las Producciones no Tradicionales y Micro Emprendimientos”. Alcanzó un movimiento cercano a los 2 millones de pesos en inversiones que la región productiva denominada Fespal (Sur de Santa Fe).
En varias ediciones, fue visitada por un promedio de 67 mil personas de casi todas las provincias del país y delegaciones del exterior. Sus reconocidas rondas de negocios lograron colocar los productos de 10 empresas en los mercados internaciones (licores a Italia, Alfajores al Mercosur, Arándanos a EE.UU y Chile, Mieles y Dulces a Paraguay).

En el año 2007, el esfuerzo de los emprendedores junto a la Asociación Civil Fespal, permitieron la concreción de 2 plantas productivas de relevancia; un establecimiento modelo para la industrialización de arándanos y una planta elaboradoras de escaches de conejos.

El escenario de Fespal, también ha sido un centro impulsor de innovaciones de algunos proyectos que buscaron incorporar a la infraestructura pública de la región la construcción de “Casas con Fardos de Trigo o Pasturas”. Una nueva modalidad que los organizadores trajeron de Italia, con el objetivo de asociar las producciones no tradicionales con las innovaciones ambientales y rentables más modernas, que se utilizan en los países desarrollados del Continente Europeo (Construcciones Ecológicas).

En año pasado, la muestra remarcó con énfasis la necesidad de generar la creación de un ministerio para la Agricultura Familiar y los Micro Emprendimientos, en medio de un desorden político que comenzaba a mostrar el desamparo hacia estos segmentos por el Estado Nacional y la actual administración que tiene la provincia de Santa Fe.

Hace un año, buscó transformarse en el reflejo de la situación de las poblaciones del interior, así como también, en la voz de reclamos por cambios en las políticas para el campo, ante la profundización de la crisis de los pueblos.