Thursday, March 11, 2010

Con la soja habrá problemas: Nadie liquidará como lo necesitan los Kirchner
POR NICOLÁS MISCULIN

Los Kirchner están descontando (y también el impresentable ministro de Economía, Amado Boudou; y la genuflexa titular del BCRA, Mercedes Marcó del Pont) que los productores de soja exportarán no bien levanten la cosecha y acto seguido liquidarán sus divisas. Pero antes deberían advertir que el precio internacional es una cuestión que determina el momento de exportación y, por lo tanto, de liquidación de divisas.

Los productores argentinos venderán muy lentamente la cosecha de soja 2009/10 a la espera de mejores precios, lo que podría afectar la cotización en el mercado internacional y el ingreso de dólares al país en momentos en que el Gobierno enfrenta apremios financieros.
La recolección de los cultivos acaba de comenzar y no enfrentaría inconvenientes climáticos o logísticos que le impidan alcanzar una producción récord de entre 52 y 53,5 millones de toneladas. Argentina, el 3er. exportador mundial de soja y el mayor proveedor de harina y aceite derivados, obtendría este año por las ventas del complejo de la oleaginosa cerca de US$ 17.000 millones, de los que una porción importante va a manos del Gobierno a través de impuestos. "El productor podría llegar a vender el 40% de la cosecha entre marzo y junio de este año.
El resto recién lo vendería en el segundo semestre del 2010", señaló a Reuters Pablo Adreani, director de la consultora AgriPAC. El uso de las bolsas plásticas para almacenamiento, conocidas como 'silobolsas', que los productores emplearon con asiduidad en los últimos años, facilita la retención de los granos en los mismos campos donde se realiza la cosecha, a un costo relativamente bajo.
"Me parece que este año el productor va a retener porque no le gusta el precio (en el mercado local) de la soja a (cerca de) $800 (US$ 205). Y los productores confían más en guardarse el cereal que en invertir o guardarse el dinero", explicó Guillermo Mouliá, operador de la corredora de granos Guardatti Torti, de la ciudad portuaria de Rosario.
El jueves la soja cayó en el mercado de Rosario para cerrar a $820 (US$210) por tonelada, un valor que ya tiene descontado el impuesto del 35% que paga la exportación del grano. Pero la lenta venta de soja también podría obedecer a razones políticas. Algunas entidades agrarias pidieron en las últimas semanas a los chacareros que no vendan granos como un modo de sostener el precio, pero también como protesta contra el Gobierno por sus intervenciones en los mercados de alimentos.
El sector mantiene una dilatada disputa con la presidenta Cristina Fernández y una forma de golpear al Gobierno -que este año enfrenta fuertes vencimientos de deuda- es retacearle los recursos que obtiene de los pesados impuestos aplicados a la exportación de la oleaginosa.
"La retención de granos del productor este año va a ser mayor por una cuestión de incertidumbre política y económica", dijo Adreani. El Gobierno argentino trabaja en hacer regresar al país al mercado voluntario de deuda con el objetivo de oxigenar sus finanzas, tras largos años de ostracismo por una monumental cesación de pagos de sus obligaciones financieras en el 2002.
Clima y logística Luego de una extensa sequía que arrasó la producción de la campaña pasada, las fuertes lluvias registradas entre fines del 2009 y principios de este año favorecieron el crecimiento de los cultivos, pero de extenderse podrían afectar la recolección de la soja. Sin embargo, los especialistas vaticinan que el clima acompañará a la cosecha del grano.

"Aparentemente marzo va a terminar con un nivel de precipitaciones que, en algunos sectores, estará incluso por debajo de lo normal", aseguró Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada. "Y la tendencia para el mes de abril marca una normalización del patrón de lluvias, básicamente porque el fenómeno de El Niño está entrando en sus últimas etapas y porque en el otoño no tiene mucha influencia", agregó.
Aunque la cosecha total de granos de Argentina llegaría al elevado nivel de entre 93 millones y 95 millones de toneladas, según el Gobierno, los expertos consideran que el país no tendrá inconvenientes a la hora de la recolección, el traslado y el almacenamiento de la producción.
"Si ya tuvimos una cosecha de 100 millones de toneladas en la campaña 2007/08 y se pudo manejar bien, no veo por qué tendríamos problemas ahora con una cosecha de 93 millones", dijo Adreani, que agregó que la industria aceitera está preparada para procesar la producción récord de soja.
Al igual que en otras temporadas, en las que hubo conflictos gremiales en el período pico de recolección, este año ya se produjeron reclamos de trabajadores y de transportistas, pero difícilmente afectarán al grueso de los productores. La habitual escasez de combustible diésel que suele afectar a algunos productores y transportistas en estos meses del año tampoco perjudicaría a la cosecha.
"Todos estos inconvenientes son habituales. Y con la aparición de las bolsas (de almacenamiento) se solucionaron muchos problemas, porque si no hay camiones los productores dejan los granos en las bolsas", afirmó el operador Mouliá.
Por otra parte, una eventual protesta de los chacareros contra el Gobierno, como la que paralizó la venta de granos en el 2008 y también afectó por momentos la actividad en el 2009, parece poco probable ahora, cuando el sector está priorizando la presión sobre el Congreso nacional para hacer efectivos cambios en la política agraria.
Recién iniciada en algunas regiones marginales, los productores argentinos esperan que la cosecha de soja se desarrolle sin nubes en el horizonte.

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