La ONCCAEn un comunicado emitido el sábado pasado, la ONCCA asegura que se superaron las autorizaciones para la exportación de carne establecidas en el acuerdo con las entidades en abril de 2008.
El mismo dice que el volumen de autorizado en todo el 2008 se compone de “carnes enfriadas, congeladas y menudencias”, por 641.261 Tn; a lo que se le suma 205.134 Tn de los rubros vaca conserva y termoprocesados, totalizando más de 845.000 Tn.
Si sólo nos guiamos por el comunicado de la ONCCA, la reacción inmediata es afirmar que el Gobierno cumplió con el acuerdo suscripto; pero cuando el análisis se hace por rubros autorizados, nos damos cuenta de una nueva manipulación de datos con la clara intención de querer confundir a la población.
Dentro de las 641.261 Tn se tiene en cuenta 218.000 Tn de menudencia- no corresponde a res con hueso- por lo que en realidad las autorizaciones de carnes enfriadas y congeladas son 423.261 Tn.
El acuerdo firmado entre el Poder Ejecutivo Nacional y las entidades agropecuarias, dice - textualmente - que el Gobierno se comprometía “a autorizar exportaciones por un volumen anual de 550.000 toneladas res con hueso” y excluía “del cupo de exportación… los permisos de exportación de las categorías vacas de conserva tipificadas E y F (Carne de vaca conserva y termoprocesada)”.
El saldo final de las 423.621 Tn de res con hueso autorizada por la ONCCA no cubre con las 550.000 Tn pautadas. Esto confirma lo que Confederaciones Rurales Argentinas viene sosteniendo en cuanto al incumplimiento del acuerdo.
Peor aún si tenemos en cuenta que de las 423.261 Tn de carne autorizada por la ONCCA sólo se exportaron -por trabas burocráticas con clara intencionalidad- 397.347 Tn de carne res con hueso en todo el 2008 (datos del SENASA), podemos deducir que la diferencia no exportada fue la que saturó el mercado interno, produciendo una baja del 30 % del valor de la hacienda en pie, que perjudicó severamente al productor.
Esto nos obliga a denunciar que nuevamente el Gobierno Nacional no cumplió con un acuerdo firmado con la producción, que esta acción se hizo con la idea de deprimir el precio de la hacienda en pie, desalentando la inversión en el sector y aumentando la liquidación de hembras; favoreciendo así a ciertos eslabones intermedios –ya que la carne al consumidor no bajó en el porcentual que lo hizo la hacienda en pie-, y poniendo en riesgo el futuro abastecimiento de carne de toda la población.
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