Thursday, March 01, 2007

Aula verde en Expoagro

Los asistentes a la megamuestra podrán participar de un espacio didáctico y práctico, a campo, donde aprender sobre enfermedades. La identificación de los problemas fitosanitarios en el cultivo de soja es esencial a la hora de definir la producción y rentabilidad del cultivo. Los ingenieros Marcelo Carmona y Marcela Gally, reconocidos fitopathólogos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), será los responsables de llevar adelante en ExpoAgro una innovadora forma de enseñar a combatir las enfermedades en el cultivo de soja.Bajo la denominada "Aula Verde", Carmona y Gally realizarán actividades didácticas a campo con el fin de brindar capacitación en el reconocimiento, diagnóstico y manejo de las Enfermedades de soja con especial énfasis en las que atacan la parte aérea.En el marco de esta iniciativa, los especialistas abordarán los contenidos relacionados con las Enfermedades de fin de ciclo, roya y pudriciones de tallo y raíz, analizando sus síntomas, fructificaciones y discutiendo su utilidad para un correcto monitoreo y manejo.Se contará con una parcela sembrada específicamente para esta aula verde conteniendo rastrojo en cantidad, con riego para que se generen las condiciones ideales para el desarrollo de las enfermedades. Los productores y técnicos que deseen participar podrán aprender además a utilizar lupas de mano y de escritorio para visualizar claramente las fructificaciones y síntomas, y discutirán en grupo las enfermedades halladas, su sintomatología y estrategias de control. La clave es saberPara los especialistas a cargo del Aula Verde, es imprescindible saber reconocer correctamente las enfermedades para implementar estratégicamente las medidas de manejo necesarias, tanto culturales como químicas.Las enfermedades de la soja, en especial las Enfermedades de fin de ciclo y la roya asiática, constituyen importantes factores que limitan el rendimiento y la calidad del cultivo. El dominio de conocimientos prácticos referentes al diagnóstico y monitoreo son las herramientas imprescindibles que permitirán su manejo adecuado. Por lo tanto, la capacitación y diagnóstico correcto "in situ" constituyen valores necesarios para definir, accionar y acompañar con fundamentos científicos, el manejo preventivo y la aplicación de fungicidas.Durante los últimos años, los niveles de ataque de algunas enfermedades se han incrementado debido principalmente a la combinación del monocultivo de soja y la labranza conservacionista. Este es el caso de las denominadas enfermedades de fin de ciclo (EFC), aquellas cuyos síntomas se manifiestan en estados reproductivos intermedios y avanzados. Sus efectos dependen de los tejidos afectados, algunas EFC se manifiestan principalmente en las hojas (como la mancha marrón por Septoria) y su efecto principal redunda en el rendimiento. Otras afectan principalmente tallos y vainas, como la antracnosis y el tizón por Phomopsis, y su principal efecto es sobre la calidad de la semilla, mientras que otras como el tizón por Cercospora kikuchii manifiestan sus síntomas tanto en hojas, como en tallos y vainas redundando en ambos parámetros.A estas enfermedades se suma especialmente el peligro actual que constituye la roya asiática de la soja (Phakopsora pachyrhizi) (RAS), por la magnitud de los daños y pérdidas que puede causar. En América del Sur se encuentra en Paraguay, Brasil, Bolivia, Colombia, Uruguay, y en varias zonas de la Argentina. La RAS se disemina muy eficientemente por el viento y no puede sobrevivir en semilla o rastrojo, por lo cual su manejo es muy diferente al de las EFC. En Argentina sobrevive en plantas guachas de soja y en el kudzu (planta perenne de la familia botánica de la soja, que crece principalmente en Misiones).El daño de las EFC promedio es de 10 % con un máximo de hasta 30 %. La RAS puede causar aún mayores daños y significativas pérdidas. (60 -70 % y hasta millones de dólares para una región) debido fundamentalmente a la intensa y temprana desfoliación que genera.

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