Friday, August 31, 2012

Cristina FK y más "viento de cola" para darle 'aire' a la re-re.


En el marco del Pre Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) para la región Centro, el jueves (30/08) los economistas Luciano Laspina (Banco Ciudad) y el ex titular de la oficina de la CEPAL en Argentina, Bernardo Kosacoff, coincidieron en un análisis que ya vienen insinuando otros expertos y consultoras privadas: una recuperación de la economía en el primer semestre de 2013 es posible –a pesar de la alta inflación y otros males actuales- gracias al ‘viento de cola’ que se espera por un repunte en el crecimiento de Brasil y a los altos precios de la Soja.

Se trata de un pronóstico decisivo para el kirchnerismo, que carece de política económica doméstica virtuosa en contraposición a lo que sí pueden hacer en el terreno político; como la presión para que los jóvenes de 16 años y extranjeros se sumen al padrón electoral, el adoctrinamiento de la Cámpora en las escuelas, y otras maniobras.

El ‘viento de cola’ hizo la tarea por ellos en el área económica y al parecer lo hará de nuevo en el decisivo 2013.

Hoy las perspectivas de la economía argentina pasan porque China siga comprando soja, que USA permanezca en sequía y que Brasil acierte en su recuperación.

Todo eso podría lograr una recuperación de una economía que hoy está en estanflación, con una notable desaceleración en los principales sectores productivos que encabezaron el crecimiento en los últimos años y que ahora hacen peligrar miles de puestos de trabajo. Sumada a la alta inflación que no cede y el impopular cepo al dólar.

Sobre Brasil vale decir que hay Indicadores recientes que sugieren una leve recuperación. "El consumo en el país no sintió la crisis, y lo peor ya pasó", dice el economista jefe de Credit Suisse, quien sin embargo cree que el escenario es menos optimista del que augura el gobierno de Dilma Rousseff.

En Brasil, la creación de puestos de trabajo con libreta firmada (libreta de trabajo) -que venía creciendo cada vez menos todos los meses desde mediados de 2011- cobró impulso en julio pasado y sorprendió a los analistas.

Según los cálculos de la consultora LCA, la industria golpeada generó el triple de los empleos en el mes -15.000 puestos de trabajo, descontados los efectos estacionales- que el promedio mensual de los últimos 5 meses (5.000).

"Si la industria comenzó a contratar más, es una señal de que planifica aumentar la producción", afirma el economista jefe de LCA, Bráulio Borges.

La construcción y el comercio también contrataron más trabajadores con libreta que el promedio en los últimos meses, según datos del Ministerio de Trabajo.

Para la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) es la única de las grandes economías con perspectiva positiva.

La Soja argentina, tras la sequía que sufrió el campo en el verano de 2012, muestra precios por las nubes. La sequía en los Estados Unidos impulsó los valores y ahora el tornado Isaac hizo otra parte.

La Soja aportará dólares, esenciales para una economía con fuertes e impopulares restricciones a su comercialización y moneda de pago de intereses de deuda que debe cancelar el Gobierno.

Días atrás, la consultora Economía & Regiones concluyó que el mundo juega a favor de Argentina si el precio de la soja se mantiene alto y si la tasa de crecimiento Brasil se acelera.

Por el contrario, juega menos a favor si el precio de la soja y el nivel de actividad de Brasil se reducen o en el extremo se desploman.

El Baltic Dry Index es un índice que mide los embarques en los principales puertos del mundo por lo cual tiene la capacidad de anticipar el nivel de actividad económica mundial durante los próximos meses corto plazo, mientras que las perspectivas de desaceleración económica en USA, Europa y China no se traduzcan en una caída del precio de la soja o en una baja tasa de crecimiento del PBI en Brasil, no serán un riesgo mayor para Argentina.

Es más, si el bajo nivel de actividad global lleva a que los principales gobiernos del mundo tomen medidas que directa o indirectamente terminan apuntalando el precio de la soja y alentando la recuperación de Brasil, este escenario internacional podría terminar siendo más positivo para Argentina en el corto plazo.

No obstante, el efecto positivo podría no prolongarse en el mediano y largo plazo.

Un dólar débil y un precio de soja elevado en los mercados internacionales implican un mundo que juega a favor de Argentina.

En ese marco, E&R se pregunta si ¿el suave repunte de la economía brasilera que se daría durante los próximos trimestres alcanzará para parar y además, siendo aún más ambiciosos, revertir la pérdida de puestos de trabajo acontecida en nuestra economía?

El mundo probablemente ayudará aún un poco más que en los últimos meses, pero su efecto potencial positivo sobre el nivel de actividad y el empleo podría ser compensado por nuestras políticas económicas domésticas, que atentan contra la inversión, único pilar genuino del crecimiento y de generación de empleo en el largo plazo.

Las políticas domésticas serán la clave. Las políticas deben apuntalar la inversión para generar puestos de trabajo y crear un círculo virtuoso que pueda aprovechar el buen precio de la soja y suave repunte de la economía brasilera.

En el Precoloquio de IDEA son optimistas; "Los dólares para el crecimiento van a estar. Es casi inexorable el crecimiento. La decisión está en el empresariado si se decide a invertir en un clima que va a ser más hostil", explicó Laspina del Banco Ciudad, entidad que está por sufrir una poda en sus fondos con la ley que marcha en el Congreso sobre los depósitos judiciales.

El economista indicó que "el crecimiento del próximo año se va detener si se enrarece el clima de inversión para el empresario".

"Tal vez lo peor quedó atrás", indicó y estimó que a diferencia de este, el año que viene el gobierno contará con unos 14 mil millones de dólares como producto de mejora de las cosechas, exportaciones industriales y ahorro en pago de deuda de Boden.

En rigor, Laspina planteó dudas sobre la posibilidad que el gobierno genere con sus medidas "condiciones para una doble caída" del PBI luego de la recuperación.

En ese sentido, calificó al escenario económico del gobierno de Cristina Fernández como de "contrarreforma con estatismo" respecto de las condiciones macro establecidas en la década del '90.

En tanto, el consultor Luis Secco consideró que en el primer semestre "el crecimiento va a ser amarrete" debido que la caída no fue muy profunda.

El consultor indicó, entonces, que el clima electoral de las legislativas del año próximo se presentará en un escenario de crecimiento de 5 por ciento respecto del primer semestre de este año.

"No se va notar. Lo malo para el gobierno es que no se va a poder generar una euforia en la salida", explicó al contrastar con la caída de la economía del 2009 y la posterior salida de la crisis donde la curva fue más pronunciada.

Secco explicó que "esto es una 'U', no es una 'V', no va a ser fácil la venta de que en Argentina se terminó la recesión y que todo va a dar bien".

El profesional consideró que el mantenimiento de la brecha cambiaria entre el peso y el dólar "es un error de política económica que conspira contra el nivel de actividad".

En ese sentido, opinó que si bien existen algunas condiciones macroeconómicas similares a la de crisis anteriores, como ser déficit fiscal, inflación y retraso cambiario, no se produce "la salida" porque "las expectativas de los agentes económicos no están coordinadas".

Por su parte, Kosacoff manifestó que la salida de la crisis en el primer semestre se dará con un "crecimiento moderado", y que el país cuenta como elementos a favor la fortaleza del mercado interno para sostener el consumo y la mejora de la actividad en Brasil que traccionará exportaciones.

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