Monday, February 01, 2010

Dificultades para forjar pisos

El mercado sigue inmerso en una activa liquidación de fondos, disparado por el reporte del USDA de enero, en el que la oferta de maíz subió inesperadamente 6 mill.tt. Esto junto con las buenas perspectivas de producción en Sudamérica, y la revaluación del dólar, dificultan la recuperación.

La pregunta es si ha cambiado la tendencia de largo plazo. Desde el 2005 estamos viendo mercados muy firmes debido a una explosión en la demanda, que no ha logrado encontrar un correlato por el lado de la oferta. El crecimiento de demanda se debió a los biocombustibles, la mayor demanda de alimentos en calidad y cantidad de Asia, y las compras por parte de fondos para protegerse de la inflación.
Frente a esto, la oferta no podía responder ya que la disponibilidad de tierras es limitada, y la tecnología que podría generar un salto en los rendimientos necesita de tiempo para encontrar nuevos eventos que eleven la productividad unitaria.

Analicemos el primero de los componentes: los biocombustibles. La demanda de maíz para etanol y la de aceites para Biodiesel no cesaron este año. De hecho como los precios de los granos cayeron más a prisa que los del petróleo, sobre fines del año pasado, esta fue una de las razones que impulsaron subas en el valor de los granos. Las normativas de corte obligatorio de biocombustibles siguen en efecto y tienen requerimientos crecientes a medida que el tiempo va pasando. Lo que es cierto es que el consumo de combustibles en general bajó el año pasado por la crisis mundial. Si aceptamos que los pisos de la crisis ya se encontraron, en la medida que se retome el crecimiento, este factor volverá a tirar de los precios de los granos.

Por el lado de la demanda de alimentos en calidad y cantidad de Asia, estamos ante una tendencia de muy largo plazo, cuyos fundamentos son el crecimiento y desarrollo acumulado desde hace años en estos países. La crisis financiera puede haber causado un retraso en el desarrollo de estos como del resto de los países del mundo, sin embargo el fundamento permanece intacto. Lo que puede cambiar es la velocidad con la que se va desarrollando este fenómeno. Aún los esfuerzos de China por enfriar su economía no tendrían impacto sobre la demanda de alimentos básicos, sino quizás sobre cuestiones financieras o de industrias más sofisticadas como la construcción.

En cuanto a la pata financiera de este fenómeno, debemos primero hacer la observación empírica de que los “fondos índice” siguen muy comprados e incluso aumentando esa posición. Recordemos que las compras de estos actores financieros responden a un reaseguro frente a la inflación, que va licuando los capitales en la medida en que las monedas entran en un juego de devaluaciones cruzadas, con fuerte emisión de dinero por parte de los gobiernos e incertidumbre en los mercados.

Sin embargo algunos elementos nos hacen temer porque estos fondos deban cerrar en algún momento sus posiciones. Por un lado desde hace tiempo se indica que la actividad de especuladores ha desvirtuado los precios en el mercado de granos. Esto no ha generado mayores movimientos para los granos hasta ahora, pero en cualquier momento podrían aparecer.

Por otro lado se supone que si las tasas de interés siguen subiendo, en algún momento superarán las expectativas inflacionarias o devaluatorias, y el dinero de los fondos puede salir del mercado, al menos en parte.
Finalmente por el lado de la oferta vemos que los stocks de maíz a nivel mundial siguen estando muy bajos a pesar de los esfuerzos por mejorar este guarismo. En el caso de la soja, los stocks son cómodos, pero el grueso de los mismos se encuentran en Sudamérica y el comportamiento errático de nuestro hemisferio hace que contar con estas existencias no sea tan sencillo como si estuvieran en EEUU, donde los stocks son ínfimos. El trigo en última instancia, es el único que tiene stocks muy elevados que justificarían precios más bajos, pero como el trigo puede usarse en reemplazo del maíz, este último tracciona sobre los precios de los granos.
La campaña Argentina 2008/09 fue muy mala productivamente, por la fuerte seca que nos tocó vivir. Si bien esto se moderó con buenos precios para los granos, lo cierto es que no alcanzó para revertir el problema existente. La seca continuó e impidió que se sembrara trigo en una basta zona del país. E incluso quienes lograron sembrar, ahora que cosecharon tienen dificultades para colocar el trigo, fruto de la intervención. Esto hace que haya una fuerte necesidad de dinero por parte de los productores, que va a implicar la necesidad de fuertes ventas cuando llegue la cosecha gruesa.

En tanto las perspectivas de cosecha gruesa son muy buenas, sobre todo por las lluvias recientes. Esto permitirá salir del mal paso a los productores, y a los exportadores e industrias saber que contarán con mercadería para satisfacer sus requerimientos.

Finalmente, el tema de la intervención del gobierno está generando grandes problemas en el mercado del trigo. En el caso del maíz no vemos esos problemas porque la producción es mayor que lo esperado, pero si se termina el saldo exportable, vamos a caer en el mismo problema.

Con este panorama cada productor deberá evaluar su situación particular y respetar más que nunca a los mercados y a la falta de ellos y en virtud a esto, tomar decisiones.

Dante Romano
Director Académico del
Centro de Gestión Agropecuaria
de Fundación Libertad.

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