Monday, October 31, 2011

Esperando un lunes 31/Nov./11
por CLAUDIO M. CHIARUTTINI


Hasta marzo de 2012 no ingresarán los agrodólares imprescindibles. La Guerra del Dólar será larga y extenuante y todos esperan cuál será la próxima 'Caja' sobre la que saltarán las autoridades. En tanto, rigen las nuevas restricciones para intentar frenar el éxodo que en 4 años de Cristina Fernández fue ininterrumpido y por la friolera de US$ 64.000 millones. Tarea imposible, obviamente. El apunte intenta explicar los motivos

A una semana de la catarata de votos que reeligió a Cristina Fernández y pulverizó a las fuerzas opositoras, poco queda de la fiesta kirchnerista que invadió la Plaza de Mayo y los restaurantes más caros de Puerto Madero. Uno de los problemas reales, la fuga de divisas, y las herramientas lanzadas por la Casa Rosada para contenerla, ganaron la tapa de los diarios y opacó el proceso de mitificación de Néstor Kirchner.


Carlos Saúl Menem dijo una vez: “Si hubiese dicho lo que iba a hacer, nadie me hubiera votado”. La misma frase podría aplicarse a Cristina Fernández. ¿Acaso los empresarios mineros, petroleros y de seguros, quienes tanto celebran las ocurrencias kirchneristas, protestaron por las medidas anunciadas? No, apenas expresaron un resignado “Era de esperar...”.

Qué la AFIP sea la nueva autoridad censora a la hora de comprar dólares tampoco hizo feliz a los bancos, casas de cambio e industrias que tanto han aplaudido en la Casa Rosada los repetidos discursos de Cristina Fernández. Sin embargo, en reserva, todos y cada uno de ellos saben que la medida es un desdoblamiento de hecho del precio del dólar, que las operaciones 'blue' estallarán y que el diferencial entre dólar mayorista y blue será un combustible perfecto para impulsar el regreso, efervescente, de la City porteña que tanto daño le hizo a la Argentina en las décadas del '70 y '80.

Con las medidas contra la compra de dólares, el Ejecutivo hizo lo mismo que con la inflación: rompió el termómetro y derivará el grueso de las transacciones a un mercado no legal, difícil de estimar, por lo que será imposible medir cuántas divisas reales escapan de la Argentina.

Pero puede resultarle tan negativo como lo ejecutado con la inflación, rubro en el que los ajustes salariales paritarios, por ejemplo, descontaron una variación de precios mayor a la estimada por las aborrecidas consultoras privadas.

Sin embargo, dado que en el modelo kirchnerista todo es caja, la obligación de ingresar los dólares de las exportaciones de mineras y petroleras y de las inversiones de las aseguradoras, junto con la valla que impondrá la AFIP para comprar divisas, volverá a generar “reservas extraordinarias” en el Banco Central (esas que se acababan en diciembre), lo que implica que el Tesoro podrá tener nuevos fondos para gastar.

Colocar barreras a la compraventa de dólares, cualquiera sea su diseño, ya se hizo en 1975, 1982, 1989 y 2001, pero nunca lograron evitar que las fugas de divisas continuaran, las reservas se evaporaran y los precios del dólares crecieran al ritmo de la demanda. ¿Por qué van a funcionar ahora?

Todos se saben que así se marcha hacia una devaluación cuya intensidad la establecerá la cotización del blue, nunca la paridad oficial.

En la matriz de pensamiento kirchnerista, la política se impone a la economía y las elecciones de hace una semana, en todo caso, no hacen más que ratificar esta percepción, por lo cual, el gobierno no tiene miedo en enfrentar al mercado. En verdad, cree que puede ganar la pulseada, tal como hizo Domingo Felipe Cavallo a fines de 1991 y de 1992. Pero a no ser olvidadizos en el análisis histórico: son situaciones bien diferentes.

Con el 5,39% de los votos a cuesta, Cristina Fernández busca un choque con el mercado para hacer una demostración de fuerzas (por eso el viernes 28/10 hubo cierres de casas de cambio y hasta 2 detenciones). El poder kirchnerista se cimenta en definir un enemigo, aislarlo, atacarlo por su historia y sus incumplimientos actuales y arremeter hasta someterlo. Pero con el mercado pueden llevarse una sorpresa.

Es cierto que mineras, petroleras, aseguradoras y operadores cambiarios son víctimas fáciles. Para la visión oficialista, todos ellos tienen mala imagen, no cuentan con aliados, pueden ser atacados por su historia y por no someterse al modelo económico actual. Que se entienda: con sencillez pueden ocupar el papel de la Mesa de Enlace o del Grupo Clarín. Todas ellas, carecen de inmunidad.

No obstante, ¿son ellos los únicos integrantes del frente externo? ¿Acaso los propios funcionarios de Cristina Fernández no demandan divisas extranjeras?

Entre 2003 y 2007, los argentinos rechazaban ahorrar en dólares. Pero desde entonces, la demanda creció. Desalentarla sólo hará que busquen euros, oro o algún otro instrumento de inversión para escapar del peso. ¿Volverán los viajes del viernes a la tarde por la Cacciola para llevar divisas al Uruguay? El mundo hoy es muy complejo, los caminos para sacar divisas de un país son infinitos, el único problema, en definitiva, es el costo de la transferencia.

Pero detrás de las decisiones para frenar la fuga de divisas hay un dato clave que debe tenerse en cuenta: no fueron mi el ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou, ni la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; los encargados de diseñar las nuevas políticas cambiarias, sino que la tarea fue obra del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray.

El rumor, que corrió con una velocidad impresionante en las huestes kirchneristas, hizo renacer las especulaciones que las designaciones en Economía, para reemplazar a Amado Boudou, tendrán poco que ver con lo publicado por los medios en las últimas semanas.

Para muchos, que Amado Boudou fuera invitado a subir al palco de celebración del Hotel InterContinental con su novia fue su bendición como Delfín oficial. Sin embargo, los kirchneristas más veteranos aseguraron que era el fin de un ciclo, una despedida con honras, luego de haber ocupado un rol en la campaña electoral que no podía la Presidente de la Nación: hacer playback con su guitarra, acompañado por el ya paraestatal conjunto La Mancha de Rolando.

En los pasillos del poder se criticó que Amado Boudou presionara tanto por imponer al secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, como su heredero. Boudou, cuando no asumió como titular de Economía, se negaba a aceptar a Lorenzino como secretario de Finanzas, cuestionando su idoneidad para el cargo y estuvo 4 meses buscando reemplazante, hasta que se rindió. Curiosidades que vale la pensa no olvidar.

Si Amado Boudou no puede dejar heredero en el Ministerio de Economía, tal como muchas fuentes especulan, él será un Julio Cleto Cobos amigable, es decir, con autorización para tener muchos contratados en el Senado, pero ni un pizca del poder que tiene hoy en el Palacio de Hacienda. Un Cobos previo a la Resolución 125......

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