Wednesday, December 14, 2011

Gracias a las restricciones de Moreno, el BCRA pagó el cupón PBI


Agotadas las reservas de libre disponibilidad y sin haberlas recuperado el Banco Central echó mano de las reservas internacionales para pagar el vencimiento del Cupón PBI, este 14/12, apelando también a u$s 1.000 millones recuperados por restricciones a importaciones.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó el miércoles 07/12 que las reservas internacionales se ubicaban en unos u$s 1.900 millones por debajo de la Base Monetaria, al 2 de diciembre.

Eso significaba que el Central hacía tres semanas que estaba sin reservas de libre disponibilidad (que eran de u$s11.200 millones en enero), las que el Gobierno nacional solía utilizar –desde marzo pasado- para pagar deuda externa.

Desde entonces nada se hizo por recuperar esas reservas a pesar de que el 15/12 se tenía que cancelar el Cupon PBI.
Finalmente este miércoles 14/12 se efectuó el pago con las reservas internacionales, según confirmaron fuentes oficiales.

Esto significa que esas reservas, ya muy castigadas por sostener la cotización del dólar, se ubicarían en torno a los 44.600 millones de dólares.

Para la operatoria el BCRA aprovechó la recuperación u$s 1.000 millones durante la última semana con la emisión de pesos correspondiente.

Las alternativas en 2012 para obtener financiamiento sreá ahora cambiar las normas sobre el uso de reservas de libre disponibilidad, elevar el superávit primario, conseguir fondos prestados desde los organismos estatales o regresar a los mercados globales.

El portal www.argenblue.com ilustra en un artículo publicado en el día de hoy antes de conocerse el pago, lo siguiente:
El balance cambiario vuelve a ser positivo por las restricciones a las importaciones, muchas de ellas no escritas sino que resultan instruídas telefónicamente por funcionarios a ejecutivos y operadores del sector privado.

El mercado cambiario argentino es dominado por la discrecionalidad, la ausencia de normas estables y el dominio de las urgencias provocadas por la desaprensiva administración de las reservas que realizó el equipo de Mercedes Marcó del Pont y Miguel Ángel Pesce.

Solamente así se puede explicar que hasta último momento existieran dudas sobre la capacidad de pago del cupón PBI, por un monto nada espectacular: US$ 2.400 millones.

Desde hace semanas el Banco Central impide el giro por atesoramiento y por remesa de utilidades. E impone topes de US$ 500.000 en los pagos al exterior, además de forzar renegociaciones con proveedores en el caso de los importadores de combustibles.

Los bancos se encuentran obligados a informar al BCRA un detalle de todas las operaciones relacionadas con la compra de dólares para los próximos 10 días hábiles, extendiendo en 5 días el plazo de una exigencia que empezó a regir en noviembre.

Entonces, el balance cambiario ha mejorado pero no es genuinamente positivo.

El Banco Central hasta se apropia de las divisas que ingresen las empresas desde el exterior y no sean aplicadas en forma inmediata.

Si bien hay un volumen mayor de liquidación de exportaciones de trigo y maíz, las estadísticas del sector agrícola demuestran que la liquidación es 50% inferior a las verificadas hace 1 año en igual período.

No es cierto que haya un “desarme de posiciones dolarizadas” porque no hay un cambio en las expectativas de los agentes económicas, que fluctúan entre la cautela y la incertidumbre.


Por eso el martes 13/12 las ofertas para bonos volvieron a ser inferiores a los vencimientos. En la licitación de Letras (Lebac) y Notas (Nobac) las propuestas alcanzaron un nivel de $ 1.339 millones, de los cuales se adjudicó $ 1.111 millones. Como vencían $ 2.100 millones, la entidad terminó volcando $ 989 millones.

Las escasas ofertas en la licitación de Letras (Lebac) y Notas (Nobac) del Banco Central obligaron a emitir $ 1.007 millones.

Las propuestas de empresas, bancos y público alcanzaron a $ 1.339 millones, de los que la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont aceptó $ 1.111 millones, que fueron insuficientes para cubrir los vencimientos de $ 2.118 millones de la semana.

En forma simultánea, y solo para cumplir con las formalidades que requiere la convivencia de su empresa con el Estado Nacional que es socio en Siderar, Paolo Rocca, socio-gerente de Techint, dijo: “Pensamos que hay momentos que hay que invertir para prever lo que va a pasar cuando se sale de la crisis a nivel mundial. En este plan de inversiones está incluida la nueva planta de colada continua”.


Así Rocca logró el retiro de los juicios de la ANSeS contra Siderar, que concentra el 84% del mercado local de la chapa laminada en caliente y el 99% de la chapa laminada en frío, pero no hay inversiones importantes en una economía tan regulada.

De hecho, los planes de Techint son más importantes en Brasil (donde el control de Usiminas lo comparte con un grupo siderúrgico japonés, y hay importantes accionistas locales) que en la Argentina, donde es el accionista de control.

La pregunta es si es sostenible en el mediano y largo plazo una economía con semejantes limitaciones a las importaciones.

Algunos economistas de controvertido prestigio como puede ser el caso de Diego Coatz, de la Unión Industrial Argentina, dicen que en este escenario hay posibilidades de recorrer un círculo virtuoso, “otra Argentina”, segun él.

Pero no es lo que opinan el promedio de quienes deben tomar las decisiones empresariales.

Ahora, ¿qué ocurrirá luego de que ingresen los esperados dólares de la soja? Primero habrá que conocer su volumen pero en cualquier caso, la operatoria cambiaria ya no regresará a los comportamientos del pasado. Esa situación supone modificaciones myt importantes en los procesos de gestión empresarial. Por supuesto que será un 2012 duro.

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