Los nuevos tiempos, perfilan a los ingenieros agrónomos como uno de los actores claves en la cadena productiva. Aquellos que pueden dar un nuevo impulso al desarrollo agropecuario. Se vienen exigencias con delicados equilibrios productivos, y la necesidad de una mirada reflexiva de estos actores, con el objetivo de ajustar estrategias de producción eficientes en atenuar el impacto medioambiental de las regiones.
El dato conclusivo del 2do. Congreso Provincial de los Ingenieros Agrónomos de Santa Fe, que se realizó la semana pasada en la localidad de Venado Tuerto, sentó las bases sobre el nuevo perfíl profesional que necesita la actividad agroecuaria en la Argentina.
Durante 2 días de talleres y debates, los profesionales colegiados de Santa Fe, consideraron necesaria una apertura de la actividad hacia todos los sectores y la comunidad, con el objetivo de abordar temas de alto impacto en la sociedad como el ordenamiento territorial, la utilización de productos fitosanitarios, la ley sobre la extranjerización de tierras, el desarrollo de las economías regionales, los arrendamientos y la conservación de los recursos naturales.
Una forma de compartir los conocimientos con todas las personas, ya sea aquellas relacionadas a los sectores productivos, como las que no lo están y forman opinión del mismo, muchas veces sin un conocimientos real de cada situación.
Un estilo de docencia permanente y masiva, para comenzar a graficar un proceso más inclusivo sobre la principal actividad generadora de divisas que tiene nuestro país. La idea de ir incorporando una educación similar a la de los colegios rurales, como uno de los pilares (futuros) que buscarán impulsar los ingenieros agrónomos para que se incluya como temática en la formación primaria y secundaria de la Argentina.
También profundizar la problemática sobre el concepto de las buenas prácticas agrícolas y la preservación del medio ambiente.
“En muy importante ya que –a veces- aumentar la producción de alimentos y cuidar de forma adecuada el ambiente que se utiliza para ello, parecen prácticas opuestas. No debería ser así, ya que somos los propios ingenieros agrónomos responsables de resaltar un perfíl profesional que anteponga la ética sobre cualquier práctica productiva, transformando en amigable a la producción con el medio ambiente para minimizar todo impacto negativo”; concluyó el Ing. Armando Ferruzzi, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe.
DEMANDA MUNDIAL. En este marco, varios especialistas se refirieron a las proyecciones sobre la creciente demanda de alimentos y el incremento de la población a nivel mundial. Aquí entran a jugar dos potencias como China y la India, por representar el 40 % de la población del planeta. Serán los países que mayor respuesta van a requirir de las regiones productoras de materias pimas con valor agregado.
Sorprende dimensionar que en los próximos años, nada se hará sin pensar antes en inrementar el bienestar de la gente, a través de una mejor calidad de vida en las poblaciones marginales. Un nuevo concepto ya habla de la sofisticación alimentaria y acá entrar a jugar los principios éticos que preocupan a muchos ingenieros agrónomos.
En el 2025, el mundo tendrá 500 mllones de autos que necesitarán para traccionar de un 25 % de la producción de biocombustibles del planeta. Ya China se habrá tansformado en la población con mayor manejo del habla inglesa del mundo y el 100 % de los estudiantes universitarios graduados de la India hablarán este idioma.
Es posible que para satisfacer la copa de leche de las escuelas primarias de China se necesite 2 veces toda la producción anual de lácteos de la República Argentina. También, para dimesionar lo que se viene, se sabe que la producción mundial de alimentos balanceados para mascotas demandará 3 veces la producción de granos de nuestro país (300 millones de toneladas).
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