Saturday, December 22, 2007

LAS CADENAS SE
REUNIERON PARA
CERRAR EL AÑO

Las asociaciones que nuclean a las cadenas de los cinco cultivos más importantes del país destacaron la herramienta que las ha distinguido y vuelto eficientes: el diálogo. Con el objetivo de satisfacer las necesidades de todos sus eslabones y de generar crecimiento social y económico en los espacios en los que se desarrollan, instaron a construir un país basado en una estrategia, una sólida estructura y una nueva cultura institucional

La Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA), la Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo), la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) y La Asociación Maíz y Sorgo Argentinos (MAIZAR), se reunieron este viernes en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para compartir el cierre de año.
"Estamos aquí para comprometernos a seguir creciendo y haciendo crecer a cada comunidad y rincón de nuestro país", dijeron durante el encuentro los miembros de las cadenas que están presididas por Rodolfo Rossi (soja), David Hughes (trigo), Luis González Victorica (girasol) y David Lacroze (maíz).

El aporte de las cadenas
Las Asociaciones por Cadena de Valor representan hoy una de las nuevas formas de organización que necesita no sólo el campo, sino también el país. Desde este espacio institucional construyen vínculos eficientes desde los cuales se construyen estrategias que generan crecimiento.


El diseño de una estrategia debe realizarse desde una estructura, un espacio común en el que los distintos eslabones o actores interactúan, construyen consenso y elaboran una visión sistémica, y todo esto crea una nueva cultura institucional.

Este nuevo espacio tiene como grandes requisitos el desarrollo de una serie de destrezas que no hacen otra cosa que fortalecer los vínculos y el compromiso con una estrategia común: el sentido de pertenencia; la dedicación; las capacidades y destrezas comunicacionales y de relación; el consenso: la capacidad de escuchar y de expresar crea un espacio de negociación indispensable; la búsqueda de la mejora continua; y la generación de iniciativas emprendedoras e innovadoras. La práctica de estas destrezas en una cadena de valor dan como resultado la construcción de CONFIANZA.

Las ventajas competitivas de cada eslabón y la capacidad de coordinación son hoy las variables estratégicas para generar desarrollo integrado y sustentable. Detrás del concepto de cadena de valor existe una idea superadora que trasciende la mera cuestión técnica del proceso productivo. Cuando hablamos de una cadena de valor, nos referimos al conjunto de sectores y actores económicos, estrechamente interrelacionados y verticalmente vinculados a un producto o cultivo, que generan un conjunto de bienes o servicios derivados que, a su vez, satisfacen a los consumidores y producen crecimiento económico y social.

En el contexto actual, es necesario hacer crecer la magnitud del negocio. La visión de las cadenas va más allá de la necesidad ineludible de contar con ventajas competitivas en cada uno de los sectores que intervienen y en cada uno de los ámbitos con los que cada cadena se relaciona. Lo más importante es ser competitivos en las relaciones, en la coordinación y el intercambio de ideas. Hacen falta estrategias consensuadas que permitan incrementar el tamaño del sector y crear nuevos proyectos.

Aunque es obvio que las circunstancias internacionales ayudaron a que estas cadenas avanzaran más rápido de lo que se suponía, no se hubieran podido aprovechar estas nuevas circunstancias si no se avanzaba con criterio racional, vocación de negociación, análisis sistémico y acuerdos, o sea planificación.
Y todo se ha hecho con muy pocos recursos económicos. Principalmente empleando los dos recursos más importantes: el ser humano, en su aptitud para la negociación y la cooperación; y la vocación por lo institucional, el sentido de pertenencia y los genuinos consensos. Aquí radica la propuesta y el deseo de quienes integran las cadenas de valor de los cinco productos que resultan el centro de la vida económica y el desarrollo social de una gran cantidad de comunidades de nuestro país.

A estas cuatro instituciones las une mucho más que una filosofía de cadenas o redes de valor. Las une la pertenencia a un sector que ha dado mucho por la recuperación del país. Voceros del Poder Ejecutivo adhieren a la filosofía del diálogo, señalan la conveniencia de la coordinación entre eslabones de otras cadenas industriales y remarcan que la economía de nuestro país ha superado el peligro de la pasada volatilidad, que le impidiera crecer. Con toda confianza, desde las cadenas sostienen que hace falta mucho más diálogo, además de reglas de juego claras y perdurables.

Las redes de valor ya están constituidas y trabajando eficientemente en el sector que es y seguirá siendo el mayor aportante de divisas y el más genuino creador y distribuidor de riqueza, a lo largo y ancho del país. El objetivo es seguir sumando para que la riqueza de la nación sea cada vez más grande.

No comments: