Tuesday, December 11, 2007

Agricultura para
producir energía

La Asociación Argentina de Girasol junto a la Unidad Integrada Balcarce (FCA-UNMP, EEA INTA) y Cazenave y Asoc. S.A. fueron los anfitriones de una misión técnica de intercambio integrada por tres especialistas franceses en girasol y colza

André Merrien es director del Laboratorio de Análisis del CETIOM (Centro Técnico Interprofesional de las Oleaginosas Metropolitanas) y responsable de los Programas de Investigación y Desarrollo del Centro Técnico para el Oeste de Francia, donde se concentra el 50% de los cultivos oleaginosos. La semana pasada recorrió Argentina acompañado de Francis Flenet, doctor en Fisiología Vegetal del CETIOM y Gilles Sauzet del Observatorio Colza del mismo organismo. La misión técnica fue financiada en forma conjunta por el CETIOM, la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), Cazenave y Asociados y la Unidad Integrada Balcarce (FCA-UNMP, EEA INTA). El objetivo: intercambiar conocimientos vinculados a girasol y colza.
Hace 22 años que Merrien vino por primera vez al país. Durante mucho tiempo, los especialistas del organismo francés marcaron el norte para la cadena del girasol argentino. Esta vez, el intercambio fue igualitario. El gran avance que ha tenido la Argentina en el desarrollo de tecnologías para la agricultura hizo posible que, en esta oportunidad, los especialistas franceses vinieran a buscar novedades sobre desarrollos genéticos, ensayos, siembra directa e intersiembra para aplicar en sus planteos agrícolas.
En su visita, Merrien, Flenet y Sauzet se reunieron con los referentes argentinos para intercambiar experiencias en determinantes de calidad en granos y aceites, estudios sobre colza y girasol y brechas de rendimientos. Además, recorrieron la EEA del INTA Balcarce, módulos de producción de colza e intersiembras en Tandil y en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.

La colza y el girasol en Europa

En Europa, para producir biodiesel hay que desarrollar 1,9 millones de hectáreas de colza. Aunque el cultivo crece, la pregunta que se hacen los especialistas es si la producción francesa alcanzará a satisfacer el mercado.
El otro gran mercado para los aceites en Europa es el de consumo humano, especialmente aquellos con altos niveles de Omega 3, valorados por sus propiedades para la salud. “Hay un aumento sensible en el consumo de este tipo de aceites”, anunció Merrien.
El cultivo de colza es un producto del norte del país. El girasol, por su parte, se aloja hacia el sur y el oeste de Francia. “La pregunta que nos hacemos es cómo se va a manejar en el país el desarrollo de la colza y del girasol equilibradamente. Aunque son dos cultivos diferentes, la colza es de invierno y el girasol de primavera, ambos pueden ir antes del trigo, pero hay cierta competencia por su condición de cabeza de rotación”, expresó el especialista.
En la zona tradicional, la colza ocupa el 25/30% del área agrícola útil. Generalmente se hace colza y trigo, pero con problemas de enfermedad y de malezas. Para esta oleaginosa, las expectativas de crecimiento están puestas hacia el oeste, en la zona ganadera. El aporte que esta actividad hace a la materia orgánica del suelo y los niveles de nitrógeno generan condiciones propicias para el cultivo de colza. También hay un plan de desarrollo hacia el sur del país, área girasolera con escasa disponibilidad hídrica que baja las expectativas de rinde para la colza.
En cuanto al girasol, las perspectivas en Francia son de recuperación. Desde hace 10 años el área viene bajando. Hace 15 años había más de 1 millón de hectáreas, actualmente la superficie apenas alcanza la mitad. “Los precios bajaron y el cambio en la política Común fue muy difícil para la colza y el girasol y muy buena para el trigo. La falta de inversión en girasol tiene principalmente razones económicas. Aunque también es cierto que algunos productores tienen que enfrentar factores limitantes, como plagas y enfermedades”, argumentó Merrien.
Los bajos precios de los granos hicieron que los agricultores franceses llevaran al girasol a los peores lotes, esto bajó los rindes y coincidentemente se interrumpió el progreso genético. “Este año tenemos mejores rendimientos que el año pasado, con un promedio de 2.8/2.9 tn/ha, lo que representa 5 o 6 quintales por encima de lo obtenido en la campaña anterior”, aclaró.
“El año próximo es posible que el cambio siga marcando una diferencia en precio para el girasol oleico destinado a consumo humano y el producido para biodiesel. Hay una diferencia de 50 euros por tonelada a favor del consumo doméstico”, expresó Merrien.
En Francia, el 50 % del girasol producido es de tipo alto oleico. Se estima que el 30% del oleico va para uso industrial, la otra parte para alimentación. De ese 30%, la mayor parte (un 90%), se destina a la producción de biodiesel. En este campo hay un crecimiento de los biolubricantes, especialmente donde se usa aceite para máquinas en ambientes sensibles, como el agua o la selva. Esta tendencia genera un reciente mercado para el oleico de calidad. En Francia hay dos tipos de oleicos, el oleico (80%) y el alto oleico (90%). De todas formas, los productores ven con mejores ojos el mercado de aceite para uso alimentario, porque tiene mejor precio.

No comments: