Saturday, August 13, 2011

LA VERDAD DE LA MILANESA




Uno de los grandes impulsores de la economía argentina de los últimos tiempos es, sin duda, las compras Chinas de la soja y sus derivados.

Las importaciones chinas de soja en agosto llegarán a 3,85 millones de toneladas, aseguró este viernes (12/08) el Ministerio de Comercio de China al elevar su estimación anterior en un 22%, publica este sábado (13/08) El Tribuno.

La proyección se basa en informes de importadores por el período del 16/07 al 31/07, afirmó ayer el ministerio en una declaración en su sitio web según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Las importaciones chinas de soja subieron en julio ante mejoras en los márgenes de procesamiento y una mayor demanda, en medio de medidas del principal comprador mundial de la oleaginosa para aumentar el suministro de cerdo.

Hay que mantener presente que el cerdo es un elemento vital de la canasta alimentaria de China y que este ha incrementado sus precios de manera escandalosa, disparando la inflación china a máximos. Mejores precios por compras volúminosas de China y un mayor engorde de sus cerdos les permitiría a Beijing continuar con su lucha antiinflacionaria en momentos de alta movilidad social.

Otro producto que China compra derivado de la soja a Argentina es el aceite. El gigante asiático prometió comprar 500.000 toneladas de aceite de soja a la Argentina luego de un conflicto que redujo el comercio bilateral desde el año pasado y que habría quedado saldado con la visita al país del poderos Ministro de Comercio chino, Cheng Deming.

China advirtió recientemente que la compra de este volumen de aceite de soja se concretará en el corto plazo y que previamente viajarán a Argentina funcionarios del país asiático para realizar un control de la calidad del producto. Pero los últimas realidades de los mercados, tras una semana para el infarto, podría alterar la ecuación.

Cabe aquí recordar que si bien es conocido que el boicot al aceite de soja se debió a represalias chinas por el cierre de las importaciones a los productos chinos impuestos por el Secretario de Comercio interior, Guillermo Moreno, la escusa oficial siempre se respaldó en los standards de calidad argentinos siendo bajos para el mercado chino.

El Ministerio de Comercio de China afirmó que existe interés de parte de su país de “ampliar la cooperación y las relaciones económicas y comerciales”. Destacó que “los empresarios chinos vinieron a la Argentina a buscar oportunidades de negocios”, pero subrayó que “también hay interés del gobierno (chino) en alcanzar acuerdos de cooperación en inversiones, comercio y finanzas” con la administración de Cristina Kirchner.

Pero la actual crisis económico-financiera que por ahora encuentra su epicentro en USA y la UE, puede extenderse a Asia si los consumidores occidentales dejan de comprar los productos exportados por China. Dicho escenario tiene el potencial de restringir, en el mediano plazo, las compras chinas, incluyendo la soja y sus derivados chinos. El precio, entonces, también podría sufrir una merma para perjuicio de los productores nacionales.

Ante ese escenario, los sojeros argentinos planean estrategias de venta ante el derrumbe de los mercados financieros. Hay probabilidad de cambio en las reglas de juego. En algunos casos de venta quedan precios sin fijar, publica hoy (13/08) La Voz de Tandil:

“La crisis financiera de las últimas semanas generó preocupación entre los sojeros locales. Ocurre que especulan con los precios y con las ventas en el exterior que se pueden derrumbar, si cambian las reglas de juego en los mercados de USA, China y la Unión Europea. Las estrategias están armándose en silencio. Advierten que hay que trabajar fuera de la burbuja global, para aprovechar las oportunidades que se presenten. Esos bolsones pueden generar ganancias dentro del crítico panorama.

"Ningún refugio parece seguro"', disparó un analista de granos ayer en plena vorágine, de frente a las pantallas de indicadores que se cubrieron de números rojos.

La soja imitó el comportamiento del producto (WTI), que cayó 6,68%, y se alejó de la suba del 4% del oro. Perdió más de US$ 8 en una jornada y se arrimó a los US$ 480, abandonando la marca de los US$ 500 que tuvo hasta la semana pasada.

Lejos del pánico, los productores argentinos, que hoy tienen 43% de su soja sin precio fijado, no concretaron ventas ayer (12/08) en la plaza local, donde los compradores ofrecieron $ 1.270 por tonelada.

"No hubo operaciones en la rueda local -explicó la corredora Intagro- ya que estuvieron interesados en entregar a un mínimo de $ 1.300''.

"Cabeza fría", explicó la analista de la firma, Flavia Rossi, quien agregó que los productores "no sólo están atentos a las oportunidades de subas para flexibilizar las ventas, sino que se nota mayor nivel a la hora de capturar ganancias a la baja''.

Por un lado, según Rossi, los productores tomaron conciencia de que los precios son históricamente altos y por eso planificaron ventas "forward" de soja y maíz, que fueron 3 veces mayores este año respecto del año pasado.

"Forward"
Las ventas a futuro se pueden hacer fijando el precio o dejándolo libre para fijarlo cuando el productor quiera, pero los "forward" comprometen al comprador a que, cumplido el plazo, reciba los granos.

De la soja que se acaba de terminar de cosechar (50,3 millones de toneladas) 28,3 millones ya está vendida con precio fijado. Quedan 15,7 millones de toneladas sin vender y 6,3 millones de toneladas con precio a fijar, según la Bolsa de Rosario.

Otra tendencia que marca la sofisticación del mercado de granos es el aumento de la cantidad de productores que operan directamente en Chicago.

En esta campaña, se nota "la búsqueda de 'puts' para cubrir el riesgo de bajas''. Con estas opciones de venta a futuro, el productor fija un precio de piso, pero más allá de los más sofisticados a la hora de vender, están, también, los paralizados por la incertidumbre.

La reacción de la soja a la anterior crisis global no da buenos augurios. De casi US$ 547 por tonelada, el grano se derrumbó a US$ 410 en la semana de la caída de Lehman Brothers, en setiembre de 2008. Y no se detuvo hasta atravesar la barrera de los US$ 350.

"Los productores no están vendiendo la cantidad que tendrían que vender'', opinó César Gagliardo, de la firma Artegran. Desde el martes pasado (9/03), la soja cayó US$ 18, con un impacto menor, por ahora, al de 2008 y en la plaza local no hubo grandes movimientos de ventas.


Además de que se esperan novedades sobre el curso de la producción en los USA, que se conocerá a través del informe que publicará el USDA el jueves (18/08), también hay incertidumbre”.

Ahora bien, habrá que estar atentos: los mercados financieros con mayores apuros (los europeos) han optado por limitar sus operaciones a la baja. El también especulativo mercado de los commodities, en un mundo en crisis pero que continua demandando alimentos, bien podría sufrir en un futuro no tan lejano similares restricciones y, entonces, los productores argentinos deberán vender un producto de calidad, y no solo especular con el.

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