Propagación de patógenos por
extremos cambios climáticos,
en la agenda del Congreso
Nacional de Maíz
Factores bióticos como hongos, bacterias y virus se han diseminado y comportado de distintas maneras en los cultivos de maíz. Esta temática será abordada en el evento que se realizará entre el 17 y 19 de noviembre en Rosario.
El maíz, luego de una campaña con extraordinarios rendimientos, ha recuperado relevancia entre los productores a la hora de plantear la siembra de granos gruesos que por estos días ha comenzado en el país.
En los últimos años se han observado cambios en los cultivares en cuanto a la respuesta a los abruptos cambios climáticos que determinan cambios a nivel de micro climas de la planta interaccionando con el medio y ha dado lugar a cambios marcados en la fisiología, en el desarrollo y en el crecimiento del maíz.
“Los factores bióticos en los nuevos escenarios de cultivo” será uno de los módulos del IX Congreso Nacional de Maíz y Simposio de Sorgo (17 al 19 de noviembre, en la Bolsa de Comercio de Rosario, organizado por Aianba y AgroActiva), en donde se abordará la temática.
El ingeniero agrónomo Eduardo Teyssandier, presidente de PSSI (Professional Services for Seed Industry), será el encargado de coordinar el panel.
Claudia Vega, del INTA Manfredi explicará la relación fuente/destino durante el llenado de granos y expresión de signos de la podredumbre del tallo en maíz; Cecilia Díaz, de la Universidad Nacional de Tucumán hablará sobre la evolución e impacto de enfermedades foliares en el cultivo de maíz: Cercospora y Tizones y María de la Paz Jiménez Pecci, del Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas evaluará los cambios observados en la presencia y sintomatología en maíz de enfermedades producidas por virus y mollicutes y en las poblaciones de sus vectores, asociados a cambios ambientales. Nuevas virosis e infecciones múltiples. “El cambio climático afecta la incidencia de factores bióticos, o sea de microorganismos”, comentó el ingeniero Teyssandier. Los factores bióticos son aquellos que tienen que ver con los seres vivos como plagas u hongos.
Los excesivos cambios climáticos han alterado la población de microorganismos patógenos como los hongos, bacterias y virus. “La idea es prestar atención a aquellas enfermedades ocasionadas por estos microorganismos y cómo han recrudecido algunas y han desaparecido otras”, comentó.
En relación a los efectos que las enfermedades pueden producir en la productividad del cultivo, el ingeniero agrónomo dio como ejemplo la campaña 1996/1997 donde el Mal de Río Cuarto (de origen virósico) fue fulminante. “Estos cambios pueden hacer aparecer una determinada enfermedad con mucha virulencia y sobrepasar los límites de aceptación económica y ejercer una marcada merma de rendimiento que se traduce en las mermas de producción final”, explicó.
Programa de mejoramiento
Los programas de mejoramiento tienen en cuenta estas problemáticas en la medida en que se pueda observar a nivel de criadero y en lotes de producción de híbridos el comportamiento diferencial de los materiales que se están trabajando o que ya han llegado a un punto final tratando de ver la posibilidad de seleccionar aquellos que estén demostrando un comportamiento más aceptable.
En tal sentido, Teyssandier explicó que “es muy difícil desde el punto de vista de un programa de mejoramiento tratar de ejercer selección por todas las variables”. De hecho la problemática de resistencia a sequía y de resistencia al exceso de agua “se tiene en cuenta en los programas reproduciendo en forma artificiosa ciertos efectos para poder seleccionar tempranamente germoplasamas de buen comportamiento”.
Por último, el ingeniero vaticinó una “aceptación y atracción para los productores de la temática que se va a desenvolver”. Además, incentivó a intercambiar opiniones e ideas sobre lo que ha determinado este cambio climático a nivel global en lo que hace a modificaciones de microclimas del cultivo de maíz en respuesta al medio ambiente.
Los excesivos cambios climáticos han alterado la población de microorganismos patógenos como los hongos, bacterias y virus. “La idea es prestar atención a aquellas enfermedades ocasionadas por estos microorganismos y cómo han recrudecido algunas y han desaparecido otras”, comentó.
En relación a los efectos que las enfermedades pueden producir en la productividad del cultivo, el ingeniero agrónomo dio como ejemplo la campaña 1996/1997 donde el Mal de Río Cuarto (de origen virósico) fue fulminante. “Estos cambios pueden hacer aparecer una determinada enfermedad con mucha virulencia y sobrepasar los límites de aceptación económica y ejercer una marcada merma de rendimiento que se traduce en las mermas de producción final”, explicó.
Programa de mejoramiento
Los programas de mejoramiento tienen en cuenta estas problemáticas en la medida en que se pueda observar a nivel de criadero y en lotes de producción de híbridos el comportamiento diferencial de los materiales que se están trabajando o que ya han llegado a un punto final tratando de ver la posibilidad de seleccionar aquellos que estén demostrando un comportamiento más aceptable.
En tal sentido, Teyssandier explicó que “es muy difícil desde el punto de vista de un programa de mejoramiento tratar de ejercer selección por todas las variables”. De hecho la problemática de resistencia a sequía y de resistencia al exceso de agua “se tiene en cuenta en los programas reproduciendo en forma artificiosa ciertos efectos para poder seleccionar tempranamente germoplasamas de buen comportamiento”.
Por último, el ingeniero vaticinó una “aceptación y atracción para los productores de la temática que se va a desenvolver”. Además, incentivó a intercambiar opiniones e ideas sobre lo que ha determinado este cambio climático a nivel global en lo que hace a modificaciones de microclimas del cultivo de maíz en respuesta al medio ambiente.
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