La cebada quitó espacio al Trigo pero ahora bajó su rendimiento y calidad.

 

 

El campo padeció este año la sequía del verano 2012 y luego fuertes lluvias que anegaron los campos. Para 2013 el Gobierno nacional apuesta al repunte de Brasil y a la Soja para recuperar el crecimiento de la economía, pero desde el campo siguen llegando malas noticias.

 

Ya hay informes acerca de la baja en la molienda en relación a la harina de soja y los problemas sobre el maíz por los rendimientos más bajos.

Ahora la que muestra bajos rendimientos pero también una fuerte caída en la calidad de la cosecha es la cebada tanto cervecera como para forraje, que es vendida fundamentalmente a África y los países árabes.

La situación es más grave porque ese cultivo le restó superficie al trigo. La cebada aumentó mucho su área sembrada y su producción en las últimas campañas. En el ciclo 2012/13 se sembraron 1,5 millones de hectáreas y se esperaba cosechar 5,6 millones de toneladas, de las cuales el 80% tiene destino forrajero.

Un relevamiento realizado por la consultora Globaltecnos para CREA entre productores de distintas zonas mostró fuertes caídas en los rindes. Se encuestaron agricultores de Buenos Aires y Santa Fe, de las zonas de: Las Parejas, Saladillo, Las Flores, Pergamino, Salto, Gualeguay, Perez Millán, Marcos Juárez, Alberti y Dorrego.

Además, de la caída de rindes que llegó al 50% en algunos casos, se pudieron observar problemas de calidad. En la cebada forrajera existen varios rubros en el estándar de comercialización, pero los más definitorios son tres: peso hectolitrico, materias extrañas y granos pelados y/o rotos.

También los informes de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires expresaron en campos ubicados en el sur de La Pampa y en el sur bonaerense (que concentran más del 70 por ciento del área nacional) presentan "un común denominador: en todas las zonas existe una merma en el rinde obtenido respecto a la expectativa de productividad que había previo a la cosecha".

Los especialistas explican además que al tema de la baja productividad se le suma también la mala calidad de los granos de cebada obtenidos, hecho que podría trabar en buena medida los contratos de exportación de estos cultivos, debido a los requerimientos técnicos que deberían cumplir los envíos.

Hasta el momento se logró recolectar menos del 20 por ciento de la superficie apta en el orden nacional, con la obtención de un rendimiento promedio de 2.600 kilos por hectárea.

Las caídas de rinde y de calidad están asociadas a baja radiación, golpe de calor a principios de noviembre, que provocó un "efecto soplete" que dio como resultado granos chicos.

También influyeron el anegamiento durante octubre y ataques de Ramularia sp, una enfermedad fúngica que causa lesiones necróticas sobre las hojas, que terminan secándose en forma rápida.

Producto de todo esto, la Bolsa porteña recortó en casi un diez por ciento su previsión de cosecha, tras fijar un nivel de 5 millones de toneladas para la presente campaña.

De lograrse este volumen de cebada, la misma se ubicaría más de un 13 por ciento por arriba de la obtenida en el ciclo 2011-2012, cuando se trillaron 4,4 millones de toneladas.