Previsiones del Ministerio de Agricultura de Brasil (Mapa) señalan más de
30 millones de hectáreas de tierras degradadas no fértiles en Brasil. El dato,
alarmante, expone una gran incertidumbre a la agroindustria en el país: ¿la
productividad en el campo consigue preservar el suelo y evitar nuevos impactos
ambientales?
Para resolver problemas como éste, el gobierno viene intentando, hace 2
años, efectivizar el programa Agricultura de Bajo Carbono (ABC), una política de
crédito que financia técnicas agropecuaria sustentables, como la siembra directa
integrando cultivo-ganadería bosque o recuperación de pastizales
degradados.
La idea es aumentar o recuperar 40 millones de hectáreas hasta 2020
reduciendo hasta 146 millones de toneladas de CO2 lanzados a la Atmósfera.
Sin duda, es un capítulo importante del programa de financiación de la
agricultura que ha emprendido la Administración Dilma.
En Brasil, el Plan Agrícola y Ganadero 2012/2013, anunciado por la
presidente Rousseff y el ministro de Agricultura, Mendes Ribeiro Filho,
dispondrá a partir de julio, R$115.200 millones (US$ 56.900 millones) para la
agricultura empresarial. Según el gobierno, es el mayor presupuesto lanzado para
un programa de ese tipo, enfocado al mediano productor, las cooperativas rurales
y la producción sustentable.
Para el mediano productor, el crédito de R$ 6.200 millones (US$ 3.060
millones) ofrecidos en la actual cosecha se incrementó a R$ 7.100 millones (US$
3.500 millones), con las tasas de interés cayendo de 6,25% a 5% al año. La mayor
parte, R$ 4.000 millones (US$ 1.979 millones) será destinada a inversiones. Los
ingresos brutos anuales máximos para las directivas en marco del Programa
Nacional de Apoyo al Mediano Productor Rural (Pronamp) se elevó de R$ 700.000
(US$ 346.000) a R$ 800.000 (US$ 395.804) y el límite de crédito, que era de
R$400.000 (US$ 197.902), pasa para R$ 500.000 (US$ 247.377).
En el año mundial del cooperativismo, el gobierno aumentó el límite de
financiación por cooperativa de R$ 60 millones (US$ 29.685.335) a R$ 100
millones (US$ 49.475.559) dentro del Programa de Desarrollo Cooperativo para
Agregación de Valor a la Producción. Agropecuaria (Prodecoop) y de R$ 25
millones (US$ 12.368.889) a R$ 50 millones (US$ 24.737.779) para Capital de Giro
en el Programa de Capitalización de Cooperativas Agropecuarias
(Agro-Procap).
El Programa de Agricultura de Bajo Carbono (ABC), con pocos contratos la
temporada pasada y que en ésta logró superar la barrera de R$ 1.000 millones
(US$ 494 millones) en contratos, tuvo, aún así, su nivel de recursos ampliado de
R$ 3.150 millones (US$ 1.558 millones) a R$ 3.400 millones (US$ 1.682 millones),
y se considera una prioridad del gobierno.
Del total del crédito financiado con fondos públicos, R$ 86.900 millones
(US$ 42.900 millones) se destinan a las operaciones y comercialización y R$
28.200 millones (US$ 13.952 millones) a inversiones, con una tasa de interés
anual de 5,5% al año. Para el costeo, el límite de financiación pasa de R$
650.000 (US$ 321.591) a $ 800.000 (US$ 395.804) por productor y para la
comercialización de R$ 1,3 millón (US$ 643.182) a R$ 1,6 millón (US$
791.608).
El gobierno mantuvo, en el nuevo plan, el
compromiso de utilizar los mecanismos de apoyo a la comercialización de los
productos de la agroindustria sobre la base de las estimaciones del costo
variable. Además, contemplados en la Política de Garantía de Precios Mínimos,
está previsto un aumento de varios productos a nivel nacional y regional
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